marzo 07, 2006

Los Oscar y la gata Flora.


El lunes pasado No miré la entrega de los Premios Oscar por televisión.
Por alguna razón, hace años que mi sensación hacia la entrega más popular del mundo del espectáculo es contradictoria. Sin conocimiento de causa, preconcibo a los jurados como personas poco capaces a la hora de elegir y cualificar una película. Por otro lado me aburre mucho lo que la gente llama glamour y un vestido más o menos bonito me chupa un huevo, en lo posible el derecho. Tampoco soy un entendido en lo que a cine se refiere e incluso no he visto el 80 porciento de las películas concursantes.
Días atrás, mi amigo Gustavo Morales publicó un artículo sobre la película Crash con el que estuve en desacuerdo en su totalidad. Debo aclarar que él sabe mucho más que yo en cine y muchas otras cosas y hasta es posible que tenga razón; pero a mí no me importa lo que digan los críticos y ni siquiera tengo en cuenta las recomendaciones de los amigos.
Creo que la principal diferencia radica en que, como mi intención al ver un filme no es criticarla ni escribir sobre él, carezco de expectativas al comienzo y por eso, si la historia llega a conmoverme, una sonrisa enmarca mi cara al momento de pulsar la tecla power off desde el control remoto del DVD y soy feliz por un ratito.
Eso me sucedió con la película “Crash Vidas privadas”, me gustó muchísimo, me pareció fabuloso mostrar a las personas con actitudes totalmente contrapuestas de acuerdo a la situación que están viviendo. ¿O no somos todos un poco eclécticos acaso? Me parece que la película “ganadora del Oscar” se lo merece porque no presenta personajes que mantienen una uniformidad en su moral, actitudes y reacciones; sino que durante 48 horas mutan desde el racismo al profesionalismo; desde la defensa al asesinato por error, desde la cobardía al choque, desde el dolor al dolor superior, desde la sensibilidad al desconcierto, desde la frivolidad al desencanto, etc. etc. etc.
Todas esas situaciones son acompañadas de actitudes racistas desde y para con los inmigrantes y las minorías.
Otro punto interesante es la compaginación de las historias, que son muchas y se tocan de a pares o tríos en el mejor de los casos.
La película ganó también el mejor guión original y el mejor montaje, ¡de acuerdo con los jurados señoras y señores!
No pensé en ningún momento que Crash podría ganar, sin embargo, este año los jurados tomaron menos coñac y quizás algunos hasta vieron la película.
Repito que no tengo elementos para juzgar a los jurados, pero cuando es tanto el dinero que se mueve a través de un acontecimiento tengo la sensación que las leyes del mercado son las que dominarán las decisiones posteriores.

Otro tema a destacar es el triunfo de Gustavo Santaolalla por la música una película que no vi todavía sobre unos cowboys gays. Tampoco escuché la canción, pero viniendo del “mago” debe ser al menos bonita. Este músico y productor argentino residente en Los Angeles es el hacedor de innumerables éxitos como productor y ha hecho vender discos a cuanta banda a pasado por sus manos.
Si mal no recuerdo, el año pasado fue Jorge Drexler el que se llevó el premio por “al otro lado del río” de la película sobre el Che. ¿Será una tendencia de los jurados hacia la música latina o de latinos? Esperemos que sí, siempre y cuando no ganen los melosos e insoportables cantantes melódicos.

Así las cosas, no quería dejar pasar la situación para hablar de esta película que recomiendo aunque tal vez muchos coincidan con mi amigo Gustavo Morales. No hay problema, siempre y cuando vuelvan.

Cruz Joaquin Saubidet®

3 comentarios:

Unknown dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con vos. Basta de dictaduras con los premios. ¿Qué carajos quieren decir con que una película es mejor que otra o que es la mejor del mes la semana el año o la hora pasada? ¿Acaso alguien puede decir qué cosa es mejor para la humanidad?

Cruz J. Saubidet dijo...

Claro que si, a parte, ¿a quien le gusta que le indiquen donde ir?

Anónimo dijo...

Coincido con vos en este tema, es mas, creo que nadie deberia dar una critica sobre una pelicula porque generalmente no son imparciales y predominan sus ideales, por lo que prefiero que me digan, mirala y saca tu propia conclusion.