marzo 27, 2006

Reciclaje de mejunjes azules (I)


Un gran amigo, que el tiempo se ha encargado de mantener en la atmósfera de la amistad a pesar de la distancia y los desencuentros, se había impuesto obviar de su vocabularios la frase “masomenos”
----
Otro personaje de mi círculo más querido, jamás dijo “te perdono” o “no te hagas problema” o “todo bien”, solamente preparaba unos mates o compraba una cerveza y te lo hacía sentir.
----
Otro gran amigo, armó su vida a base de desprendimientos, y no le salió nada mal. Solo él y nada más que él logró convencerme que su casa era mi casa por el tiempo que necesitara.
----
Otro incondicional me miraba fijo con sus pelos al viento luego de haberlo yo agredido. “No podes ser tan canalla” me gritaba pero luego buscaba la pelota y nos íbamos a jugar al fútbol.
----
Otro, hablaba muy en serio cuando decía “contá conmigo”
----
Otro amigo siempre supo preguntar lo que yo necesitaba preguntarme y consiguió que me perdonara errores que suponía imperdonables.
----
Otro gran compañero me inclinó a pensar que la individualidad es importante en relaciones humanas y que dos buenas individualidades formas una excelente amistad.
----
Las noches desveladas de asado, vino y luego mate; solo dejaban en claro que éramos amigos, nadie pretendía más.
----
Mis amigos formoseños me obligaron a no fumar mientras tomábamos mate. Nunca lo había pensado, pero era injusto sumar a los gérmenes de la bombilla, nicotina y alquitrán.
----
Un paisano viejo me dijo a mis 13 años: “Deje de hablar de mujeres, yo a su edad solo pensaba en tener mucha fuerza”
----
Una vez me ofendí con un amigo pues me escribió desde Europa que yo era una persona como para “estar”. Hoy comprendo que esa palabra implica muchas más cosas que las que yo esperaba recibir de mi amigo.
----
Mi padre y yo jugamos durante años el “juego de las ofensas” Luego dejamos de jugar por estar alejados. Años mas tarde comenzamos el “juego del reencuentro” que no ha terminado.
----
Cierta vez estaba a los besos con una amiga dentro del auto. Cuando le propuse ir a un hotel me dijo “Vamos, me estoy haciendo pis” La dejé en la puerta de su casa y nunca más la vi.
----

¿Cuántas veces no me animé a besar bocas ansiosas por ser besadas?
----
Una noche de 2003, estaba en una reunión muy aburrida de un partido político “nuevo”. Hablaban, hablaban, hablaban. Me levanté de la silla y dije que si queríamos un partido novedoso deberíamos dejar de hablar tanto y proyectar y trabajar sobre los proyectos. Me miraron como si fuera un loco, la política es para hablar mucho me aseguraron los dirigentes. Me fui y nunca regresé.

Cruz Joaquín Saubidet®

No hay comentarios.: