Blog de un escéptico servidor. "Creo que el kiwi no es una fruta" "Capaz si llegaron es porque transaron y si se mantuvieron es porque a muchos cag*ron." "Creo que Argentina ya no es lo que era, pero a mí me alcanza" "Me gusta más criticar que ser criticado, pero me controlo" "Está mal, pero para ponderar, me quedo callado"
enero 04, 2006
TUTEOS Y VOSEOS (Diálogos conmigo mismo)
Los argentinos somos hipócritas desde el momento que pedimos a cualquiera permiso de “tutearlo”.
¿Tutear? ¿En Argentina? ¡Señores!, en Argentina nadie tutea, salvo algún latinoamericano o español que ande dando vueltas por la patria.
¿Por qué insistimos con el tuteo? ¿Fue la deformación del idioma a causa de las masas populares? ¿Quizá fueron aquellos portentosos descendientes de conquistadores que quisieron mantener el verdadero castellano? ¿Quién mierda fue señores? Que alguien me conteste. El tuteo existe en todos los países de habla hispana excepto Argentina y, vaya coincidencia, somos los argentinos los únicos que tuteamos.
-¿Por que se enoja tanto?
-¿Por qué me enojo tanto? Por que sí, porque me di cuenta hace pocos días que fue culpa del boxeo y la pasión que generó ese deporte entre los ciudadanos.
-¿Usted está loco? ¿El boxeo?
-Un poco el boxeo y otro poco la deformación del castellano.
-¿Tomó la pastilla? ¿Le molesta si lo tuteo?
-No y sí.
-Boxeo y deformación del idioma dice, me explica si es tan amable.
-Ahora sí. Le cuento la piedra en el zapato de mi cabeza desde hace días atrás. En mi clase de inglés, mi filipina profesora centró la enseñanza en los tratamientos “polite” o “impolite”. En inglés se utiliza para ambos casos el mismo artículo determinante y se cambia el verbo.
-Me aburre Saubidet, no esperaba una clase de inglés.
-Usted me aburre más y así y todo le sigo conversando. ¿Quiere que continúe?
-Por favor, disculpe.
-Continuo. En Argentina no solo cambiamos el artículo, sino que deformamos el verbo que lo acompaña, transformando nuestra comunicación en más campechana y amistosa. Es algo natural y no me quejaré de ello ya que en mi vocabulario están afincados todos los verbos deformados con su “vos” por delante.
-Viene bonito al menos, aunque no le encuentro la vuelta.
-Ya llego. Por alguna mutación idiomática producto de arrabales, conquistadores, Borges o quien sea, comenzamos a utilizar el artículo “vos” de forma natural. Eso nos diferenció del resto de los latinos, ese simple artículo determinante se encargó de reconocernos en el mundo de habla hispana como únicos.
-Me parece que en otros países también vosean.
-Un poco en Perú, Chile, Venezuela, Uruguay, Colombia; pero no deliberada y constantemente como nosotros. Al menos ellos no deforman el verbo posterior transformándolo de grave a agudo. Dicen que en Centroamérica lo hacen también aunque no puedo dar fe.
-No se olvide del “Boluuuudo”
-Tiene razón, aunque esa palabra marca una diferenciación jocosa y risible más que idiomática.
-Aja.
-Mi comentario radica en que fue el pugilismo el responsable de la mala utilización de la expresión “tuteo”
-¡Usted está chapita!
-No, y no solo el boxeo sino también la deformación del idioma. Imagínese que de utilizar la palabra correcta, el ciudadano de a pie debería preguntarle a su interlocutor: ¿Lo puedo vosear? Debido a la deformación popular del idioma, el interlocutor interpretará una invitación a un entrevero de trompadas ya que la mayoría de la población posee la perversa costumbre de suplantar la “x” por la “s”.
-¡Jajajaja!
-No se ría tanto, por esa única razón los argentinos somos los únicos individuos en el mundo que tuteamos sin utilizar la palabra TU. ¿No le parece que somos unos hipócritas?
-Me parece que usted le busca la quinta pata al gato, aunque esta vez un poco de razón tiene. ¿Lo puedo vosear?
-Preferiría mantener cierta distancia, por respeto y futuros moretones.
Cruz Joaquin Saubidet
Enero 4. 2006
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1 comentario:
Bueno, es cierto que el tema es repandido y complicado. En Venezuela el tuteo es excesivo y no sólo eso, sino que si se trata de "usted" (vos) y formalmente mucho a alguien te arriesgas a pasar por maricón (por aquello de que los gays son refinados).
Sin embargo, llegamos a límites abusivos: El otro día en un restorán el mesonero me espetó "oye, tú qué quieres" sin más ni más, y el parquero más tarde me dijo, "tú como que paraste tu carro abajo, bróder" como si nos conociéramos.
A veces me irrita. Pero no más que el formalismo francés, donde para pasar del "vous" (usted) al "tu" es una odisea. ¡Recordemos que en "En busca del tiempo perdido", el protagonista tarda 3 tomos en proponer a su mejor amigo Saint-Loup si se pueden tutear! Y eso que era su amigo del alma.
Demasiado... Ni tan calvo ni con dos pelucas.
Saludos,
Vinz.
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