noviembre 20, 2006

Nuevos políticos, aunque un poco desgastados. Mauricio Macri.

Mauricio Macri es un personaje singular.
Durante la “fiesta menemista” de los 90 mantuvo un alto perfil de empresario exitoso a pesar que las empresas de su padre (¿también suyas?) se vieron envueltas en escándalos de contrabando y en negocios de dudosa claridad. Él no vio afectada su reputación de empresario prolijo, al fin de cuentas si su padre era quizás un poquito mafioso no quería decir que él lo fuera.
Sus comienzos en la política lo encontraron a cargo del Club Atlético Boca Juniors, sin lugar a dudas el más popular de todos los clubes de fútbol de argentina. Los cambios realizados en la institución demostraron la capacidad organizativa del presidente, que en pocos años transformó la entidad social y deportiva en una empresa redituable y glamorosa, mejoró las instalaciones y tribunas y, lo que en realidad importa, consiguió una interesante cantidad de campeonatos locales e internacionales, la mayoría de la mano del Sr. Carlos Bianchi aunque no solo de él.
Su éxito en “Boca” lo transformó en el personaje deseado por los partidos políticos, siempre rechazó las ofertas hasta que finalmente creó su propio partido político en el lugar más propicio: la ciudad autónoma de Buenos Aires.
Pero eso no importa demasiado, lo que me llevó a escribir esto fueron una pregunta con la que me desperté: ¿Por qué mucha gente ve como una solución a Mauricio Macri?
YO NO LO SE. ¿Ud?
Recuerdo, luego de la renuncia de De La Rua a finales de 2001 y la serie de sucesiones presidenciales, que en las esferas políticas se hablaba de Mauricio Macri como una posibilidad de concertación popular con ideas liberales. Muchos hablaban de colocarlo en el puesto que finalmente ocupó Eduardo Duhalde, pero la política pura suele triunfar en esos casos y era Duhalde quien había perdido la elección contra el huidizo presidente y por ende, en la sucesión de votos era un puesto que le correspondía.
En lo personal el Sr. Macri no me simpatiza, considero que debe haber estado al tanto de los chanchullos de las empresas de su familia y solo por eso no lo votaría.
Su ideología me tiene sin cuidado, ya tuvimos a un presidente que hizo campaña junto a recién fallecido Saul Ubaldini para luego sacárselo de encima y apuntar hacia la derecha, tuvimos otro que hizo campaña con la consigna de cambiar algo y no solo no cambió nada sino que terminó la obra de su antecesor de la peor forma posible, incluso renunciando. Ahora tenemos uno que decidió inclinarse a la izquierda y a los derechos humanos, aunque está claro que poco le importa eso ya que prefiere pasar una semana en Nueva York paparuleando que en su oficina resolviendo los problemas.
Por eso me parece que derecha e izquierda, a esta altura no significan nada. Argentina no va ser un país comunista y no creo que se transforme en una dictadura de derecha, toda la brecha entre estas dos opciones nos dará los dirigentes futuros cuyos éxitos estarán signados por sus capacidades a la hora de administrar correctamente, y sus fracasos de la mano del populismo y la demagogia.
Cruz Joaquín Saubidet®

1 comentario:

Anónimo dijo...

Macri es tan mafioso como su padre, si hacen memoria cuando durante el gobierno de Menem fue acusado por contrabando, se salvo de ir preso, como correspondia, gracias a que algunos individuos fueron "suicidados" y a que decapitaron a la Corte Suprema de Justicia y la reemplazaron por jueces obsecuentes y adictos/secuaces de las "políticas" menemistas.
Macri de "limpio" y honesto no tiene un ápice.
¿Acaso creyeron que el nombre del PRO, "su" partido político, es referencia a Progresista o algo por el estilo? No, no, nada de eso...¡Es PRO de PRONTUARIO!