¡Se ponía colorete que daba miedo! ¡Y del antiguo!, porque si algo podemos ponderar de la cosmética, es su evolución en materia de coloretes y tinturas. Las señoras de antaño imprimían en sus mejillas colores irreales que, no entiendo por qué, no las colocaban en un punto inferior de la evolución humana.
El hombre vuelve al pasado y las modas que parecen modernas son solo una retrospectiva de anteriores, quizás más antiguas de lo que podamos imaginar.
Cuando el arete en la oreja masculina dejó de parecer transgresor (aunque la historia antigua nos muestra que no se trata de algo moderno) los hombres comenzaron a cercenar otras partes de su cuerpo; así fue como nariz, ceja, lengua, ombligo, labio, pezón y hasta glande comenzaron a lucir adornos externos. ¡Nada de moderno! Tribus antiguas nos impresionaron con tales costumbres en revistas científicas.
¡Y los tatuajes! ¿Quién hoy en día no luce algún dibujo perenne sobre su piel? Claro que tampoco es algo moderno, quizás la carga significativa sea menor ahora, pero no difiere mucho de las culturas ancestrales.
Las egipcias pintaban sus rostros con esmero, las chicas y señoras de hoy en día también, ya sin temor al negro extendido sobre los ojos.
Agradezco que el colorete ya no exista en la forma de los ochentas, lo más cercano que queda es Pucca, pero es un dibujo animado.
Me pregunto si la transgresión tiene autenticidad y no encuentro muchas respuestas. Tal vez se trate de ciclos históricos y nada más. Luego de algunos años, las sociedades se abren y transforman años de represión cultural en transgresión. Pero esa transgresión no suele diferir de otra anterior.
Es posible que la transgresión pura venga del lado de la investigación. Sólo alguien que inventa algo totalmente novedoso y con eso rompe verdaderamente conceptos establecidos, puede llamarse un verdadero transgresor, sin importar que se vista como el más regular de los mortales.
El resto de nosotros,(que se viste distinto a la media, que usa aros, tatuajes, piercings o hasta que escribe pavadas queriendo ser “diferente”), solamente formamos parte de un ciclo histórico repetido que quedará en la nada luego de unos años. El transgresor es aquel que con su huella cambia el mundo, el resto es moda.
La transgresión es inteligencia usada en función de romper parámetros establecidos, aunque me gusta más el concepto de parámetros inexplorados.
Así las cosas, mientras no se me ocurra nada interesante, seguiré siendo uno más del montón, es triste, pero peor es el colorete.
Cruz J. Saubidet®
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