¿A quién le importan los detalles? A mí, muy poco, aunque si consideramos como tales actitudes simpáticas o cariñosas, debo admitir que a veces me deleitan sus caricias.
Creo que el mes de diciembre debería llamarse el “mes de los detalles”. Todo el mundo anda regalando “detalles” a diestra y siniestra en forma de tarjetas con detalles auspiciosos, llamados telefónicos con detalles festivos, alguna que otra carta con “detalles” artesanales o simples emails con “detalles” recordatorios.
Mucha gente de estos lugares, tiene el “detalle” de enviar una postal navideña o de fin de año con una (o dos) fotografías de la familia unida y feliz. Esta arraigada costumbre tiene muchos detractores, entre los que me encuentro, aunque en mi caso sin una refutación válida, simplemente no me gusta. Otros censuradores de tal hábito son las personas que no tienen una familia pero desean tenerla, y ven en tales postales una actitud egoísta y ostentosa del remitente, suponiendo que su único deseo es refregarle en la cara sus logros personales. Muchos de mis alumnos apoyaban dicha postura, en consecuencia, les hice jurar que cuando tuvieran una familia no lo harían.
Como ahora vivo en el campo, la invasión de vidrieras, santaclauses y musiquitas me afectan mucho menos que años anteriores, donde Manhattan vomitaba “Christmas” hacia los cuatro puntos cardinales. Sin embargo, por estos barrios las personas se dedican a decorar sus casas con miles de luces, muñecos y unos pobres ciervitos de alambre y luces que mueven sus cabezas hacia los lados. Yo pienso en lo cara que les va a venir la cuenta de electricidad y sufro por ellos.
Este año que se extingue se lleva consigo pedazos interesantes de mí, que no tendré el “detalle”de contarles porque sigo siendo mala persona.
Sin embargo, durante este año he conocido a buenas personas a quienes les he caído en gracia a pesar de mis pocos esfuerzos. Esos individuos se portaron bien conmigo y hasta me hicieron creer que yo era un tipo inteligente e interesante. Es verdad que ellos suelen abusar de las drogas y el alcohol, pero yo no busco gente sana, para eso tengo a mi familia. Y no creo que el uso de hierbas prohibidas produzca daños irreparables en las cabezas, ni que las pupilas dilatadas sean síntomas nocivos al entendimiento y comprensión de la realidad.
Como sea, mi “detalle modelo 2008” fue la aceptación de las personas. Haber vencido barreras y prejuicios de muchos tipos, hasta el punto de tolerar la estupidez si esta al menos es graciosa.
Como estas fiestas se prestan para el repaso, he decidido elaborar una entrega simbólica de premios CJS.
Personajes del año:
1- Amparo (durante el 2008 demostró adaptabilidad, independencia, inteligencia y alegría)
2- Silvina que me aguantó (y este año fui especialmente difícil)
3- Barack Obama. además de todo, escribe lindo. Ya lo criticaré cuando asuma.
4- Baby boom 2008/2009 ¡Que manera de engendrar criaturas!
5- Roberto Bolaño (qepd) un maestro de la fabulación y ante todo: el orden.
6- Fabián Rossini. Sin palabras, un amigo.
7- Las familias amigas que compraron casa.
8- El vino tinto del bueno.
9- Mi parrilla.
10- Bernardo Palombo y su trouppe del Taller latinoamericano. Gente maravillosa.
Podría agregar muchos más, pero un top 10 ya es suficientemente aburrido como para crear los 40 principales, aparte es muy poco interesante, como ver fotos donde no sale uno y encima fingir interés.
En estas fiestas levantaré mi copa pensando sólo en mí, deseándome la capacidad de demostrarle a toda la gente que quiero, que la quiero.
Que la pasen lindo, los abrazo sobre mi corazón un poco nevado, pero con algo de calor para irradiar en caso de necesidad.
Cruz J. Saubidet®
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