PARA LEER
(libros)
O César o Nada, Manuel Vázquez Montalbán, 1998, Planeta, 416 pag.
PARA MIRAR
(dvd's)
PARA ESCUCHAR
(cd's)
The final Cut, Pink Floyd ,1983, EMI
Blog de un escéptico servidor. "Creo que el kiwi no es una fruta" "Capaz si llegaron es porque transaron y si se mantuvieron es porque a muchos cag*ron." "Creo que Argentina ya no es lo que era, pero a mí me alcanza" "Me gusta más criticar que ser criticado, pero me controlo" "Está mal, pero para ponderar, me quedo callado"
O César o Nada, Manuel Vázquez Montalbán, 1998, Planeta, 416 pag.
PARA MIRAR
(dvd's)
PARA ESCUCHAR
(cd's)
The final Cut, Pink Floyd ,1983, EMI
El sexo se divide en dos grandes categorias:
El que deja huella y el que no deja huella y llamamos huella a cualquier tipo de marca en el cuerpo de los implicados en este asunto.
La categoría del sexo que no deja huellas:
En el puesto número uno tenemos, por décimo milenio consecutivo, a la masturbación.
Algunos llegaron a llamarla vicio o enfermedad, pero no crean que así sea, la masturbación es el método más natural inventado por el hombre para descargar tensiones y hacerse acreedor de un placer veloz, limpio y, no está mal decirlo, egoísta.
Hombres y mujeres inician generalmente su vida sexual de esta manera, y de esa forma la terminan, porque cuando las energías disminuyen y no alcanzan para la cópula, siempre una mano salvadora los sacará del problema.
Muchas veces las parejas recurren a ella cuando el cansancio del día y la “fiaca”, confunden al deseo, pero este logra imponer un poco de su esencia.
En el puesto numero dos, varios pasos detrás, avanza el sexo oral. Salvo en caso de grandes contorsionistas, suelen ser imprescindibles dos personas para realizarlo. Podríamos llamarlos emisor y receptor. A diferencia de la masturbación, para esta actividad es necesaria cierta destreza que generalmente se logra con la experiencia. No está demás estudiar un poco de anatomía y preguntar al receptor cuales son sus preferencias al respecto. Para un buen papel en estas empresas es imprescindible tener un dominio absoluto de la boca, los labios, la lengua y especialmente los dientes, que en el entusiasmo propio del momento pueden causar algún tipo de daño; y no queremos pasar esta actividad a la categoría de “sexo con huellas”. En este tipo de relación sexual, los caballeros suelen ser mas conformistas que las damas, quizás porque un pene es mucho mas definido y maniobrable que una vagina; o porque los hombres tenemos menos paciencia. Existe el famoso “69”, interesante a veces, mas con un defecto, la concentración necesaria para brindar y a la vez recibir placer suele provocar defectos en el desempeño de los amantes, lo recomiendo en algunas ocasiones de extrema urgencia, pero si no hay apuro, uno a la vez es lo ideal.
Esta actividad suele ser predecesora de otras también interesantes, aunque están en una categoría diferente y la trataré más adelante.
La categoría del sexo que deja huellas:
El pene, al cargarse de sangre y lograr no solo dureza sino duplicar o quintuplicar (en el caso de los orientales) su tamaño, se transforma en un arma que produce placer y marcas en partes proporcionales.
A su vez, existen en el mercado una gran variedad de aparatos y juguetitos tanto para hombres como mujeres. La mayoría de ellos se utilizan sobre los órganos sexuales y, unos más otros menos, dejan su huella. Por ende, si son utilizados a la hora del placer solitario, deberíamos categorizar a esta actividad (con suplementos) como dejadora de huellas.
Llamaremos sexo que deja huellas a toda actividad donde entre en juego la penetración del pene y/o manipulación con objetos de los órganos genitales. Es la actividad sexual típica, donde el pene ingresa en alguna oquedad de su acompañante en la búsqueda de una eyaculación y, si es posible el goce de su pareja.
Quiero remarcar que el hecho de dejar huella no transforma a esta categoría en despreciable ni sucia. Sin duda se trata de un entretenimiento maravilloso donde las personas expresan sus afectos, deseos y pasiones de la manera que consideran más placentera.
Las huellas suelen ser invisibles la mayoría de las veces, en general producto de la fricción. En otros casos, más expuestas, sin que esto empañe el recuerdo de un momento fantástico.
Los tiempos modernos no solo han llenado de aparatitos la actividad sino que también han incentivado a muchos a colocarse elementos ajenos (piercing) en sus partes sexuales asegurando que la presencia de cuerpos extraños incrementa el placer. Algunos afirman que el Kama sutra recomienda dichos arillos, pero no puedo certificarlo y me impresiona un poco. Aunque nunca se sabe que deparará el futuro.
Tu te masturbas? Por Yreal
Mi sonrisa vertical Por Khabiria
Fulanamente, clase magistrales Por la fulana
Sadomasoquismo entretenido Por Silvia Uslé
La historia de Romina, una chica que se dejó llevar por otra y pasó eso... Por CJS in NYC
Fotitos de piercing genitales Por quien sabe quien
Cruz J. Saubidet®
Hay cosas que me molestan mucho, una de ellas es que me supriman un comentario en un blog. Si bien no se trata de algo grave ni que me impedirá dormir, me hace pensar sobre los motivos que llevaron al autor del blog en cuestión a considerar que mi comentario no está a la altura de sus letras. Gracias a Dios, suelo pensar distinto a la mayoría, especialmente en temas políticos, mi desazón me ha obligado a crear una barrera casi libre de pasiones propias y ajenas y eso me permite, más o menos, opinar sin preconceptos sobre lo que está bien y lo que está mal, equivocándome muchísimas veces.
No es muy complicado el asunto, cuando los políticos “cagan” a la gente o se “cagan en ella” está mal; y cuando generan espacios propicios para el progreso y hacen más de lo que hablan está un poco mejor. Por supuesto que hay miles de “grises”, pero no es la idea de este escrito hablar de ellos.
Las opiniones vertidas en referencia a los políticos suelen correr por carriles parecidos a las acciones de estos, por ende me cuesta mucho tomar en cuenta veredictos despiadados sobre algunos personajes porque pienso que verter sanciones feroces sobre otros, los transforma en igual de fidedignos que aquellos que ponderan demasiado, o sea poco.
¿El pueblo es responsable de sus gobernantes? Me parece que esa es la pregunta que deben hacerse todos aquellos que opinan de política.
Una de las bases democráticas es respetar las mayorías de las urnas, y estas cajas misteriosas, suelen poner arriba a personajes que muchas veces no nos agradan.
Claro que, de tratarse de elecciones transparentes, lo que a nosotros nos desagrada le agrada a mucha gente, y debemos acatar la decisión popular de encumbrar a tal o cual personaje.
Ojo, acatar no significa más que eso, y nada nos obliga a bajar la cabeza. Las democracias ordenadas poseen congresos que limitan el poder ejecutivo y si nuestros votos no alcanzaron para encumbrar a “nuestro” candidato, al menos podemos contar con piedras en el zapato y otros puntos de vista en las cámaras. Ahora, si la oposición deja las cámaras en manos del partido gobernante, no caben dudas que el pueblo está dando rienda libre a su líder para hacer y deshacer a su antojo.
Por supuesto que puedo criticarlo de mil maneras, pero jamás podré decir que porque yo no lo voté no soy responsable de su triunfo.
Cruz J. Saubidet®
Blogalaxia:politica opinion blog
Technorati:[opinion] [politica] [blog]
Decidí usar el ciclomotor para el velorio de Rodrigo. Podría haber ido en auto, en taxi o caminando, pero no, preferí llegar haciendo ruido pero con la humildad de un vehículo herrumbrado y barato.
La casa Artigas se encontraba en una de las esquinas de la plaza principal de la ciudad donde aún vivía. Más que una funeraria parecía un salón de fiestas con sus tres pisos, su entrada californiana y el anuncio de mármol con letras de piedra blanca. Allí legué con mi motito y el ruido agudo correspondiente. El empleado de seguridad me miró con bronca, hasta que me reconoció y esbozó una sonrisa.
A pesar de vivir ahí, sentía que cada vez conocía a menos gente, que el lugar ya no me pertenecía como años atrás si bien pasaba casi todas mis noches en él. Lo cierto es que viajaba a diario tantos kilómetros por nostalgia, había algo en el barrio que me aseguraba que este era el mejor lugar para vivir. Pero salía poco, llegaba de noche, los fines de semana me iba para otros lugares y mis amigos no estaban por la zona. Sin embargo, en el corto trayecto hacia la sala “6” debí detenerme varias veces a saludar a unos y otros. Un cartel de pie anunciaba el nombre del difunto y espié hacia dentro.
Reconocí a las hermanas de Rodrigo, a la madre, a algunos amigos en común de siglos atrás, al viejo cura. Un chiquito corría, por unos segundos lo supuse huérfano pero era sobrino, Rodrigo no había dejado descendencia.
Calculé que no veía a esa gente desde hacía muchos años, siete u ocho, cuando Rodrigo cambió su vida gracias a su familia, la religión, los amigos “buenos” y una esposa cariñosa a la que nunca conocí pero que había visto algunas fotos.
Cada uno de los presentes se consideraba parte del encauzamiento de Rodrigo, yo suponía la verdad, pero no se la transmitiría a los deudos, ¿para que?
Conocí a Rodrigo en la universidad, en comunicación, a principio de los noventas. Nos hicimos amigos al instante, no podía ser de otra manera, compartíamos la rapada a cero, la falta de aseo diaria, la guitarra, los sobretodos largos, la procedencia y el amor por las noches de mate y cigarrillos prohibidos.
Yo vivía solo, él con sus padres aunque las trasnochadas lo obligaban a pasar varias noches en mi sofá. Nuestra vida disipada hacía creer a todos que nunca nos recibiríamos, no fue así, terminamos la carrera en tiempo y forma a pesar de trabajar y llevar una vida de fiesta.
Conseguimos buenos trabajos casi al mismo tiempo, yo de columnista en radio y él en la sección espectáculos en un diario vespertino. Nos iba bien y éramos buenos, no teníamos mucha plata pero la suficiente para disfrutar de la vida.
A pesar de su madre, Rodrigo alquiló un mono ambiente en el centro. Allí se deschavetó y empezó con la coca y otras pastillas. Nos empezamos a ver menos aunque los jueves a la noche siguieron siendo sagrados y solo en dos ocasiones hicimos una salida de parejas, porque nuestra amistad no permitía extraños que adjudicaran a mis pedos un olor distinto al huevo duro y a los de él a choclo recién hervido.
Muchos viernes llegué a la radio sin dormir y alcoholizado, aunque saturado de café y pastillas de miel, pero él seguía de largo y faltaba al trabajo. Al tiempo lo despidieron del diario pero consiguió por un amigo un puesto en una revista semanal, ahora trabajaba en su casa, hacía algunos reportajes y se drogaba cada vez más.
-Si me querés de verdad, no me hinches las bolas hasta que me veas muriendo, yo estoy bien, loco, ¡no sabes como estoy escribiendo! Me tomo una “pastita” de vez en cuando pero no soy un exagerado, vos me conocés, no me hinchés las pelotas.
La madre estaba preocupada por las indefinidas ausencias del hijo, las hermanas me llamaban para putearme por considerarme culpable, el cura me escribió una carta pidiéndome sosiego. En ese momento me enojé mucho y mandé a todos a la mierda, después comprendí que Rodrigo se había tornado inaccesible y necesitaban alguien que sí reaccionara a quien culpar de todos los males.
En julio de 1998, Rodrigo se pasó de la raya y tuvieron que internarlo. No sé que le pasó durante la rehabilitación, pero su cerebro comenzó a trabajar despacio. Nos veíamos a escondidas porque me tenían prohibida la entrada a la casa, pero ya no era lo mismo, las drogas o las anti drogas le habían robado la chispa, lo habían amansado, eso me puso triste y no supe como manejarlo. Me alejé despacio, sin siquiera darme cuenta, los encuentros se estiraron y pasaron años sin compartir mates y guitarras. Cuando se casó yo estaba fuera del país y no quise adelantar mi regreso aunque podía hacerlo, no me resultaba fácil quererlo tanto y a la vez no soportar estar juntos.
Yo heredé la casa de una tía y me instalé allí, a seis cuadras de la suya. Eso no sirvió de mucho, los encuentros siguieron espaciados, su esposa también lo protegía de mí, aunque ya no era necesario.
No dije una palabra en el velorio, solo saludé a todos y me paré junto al cajón, Rodrigo estaba serio, de traje, peinado para atrás.
No lloré, más bien insulté, me insulté y me sentí el peor de los amigos del mundo, lo había dejado solo mientras los demás le manejaban la vida.
Se me acercó la viuda y me agarró con fuerza el antebrazo. Me miró a los ojos con su mirada seca, eso humedeció la mía.
-Vos fuiste su gran amigo, se sentía muy culpable de haberte abandonado.
Me fui pensando que la vida era una mierda. De un plumazo se me borró lo que llamaba nostalgia por el barrio, vendí la casa y me mudé cerca del trabajo. Ya no tenía nadie a quien cuidar en mi ciudad, de eso me acabo de dar cuenta.
Cruz Joaquín Saubidet®
Blogalaxia amigos Comunicacion muerte velorio cuento drogas rehabilitación
Technorati[muerte] [comunicacion] [velorio] [cuento] [amigos] [drogas] [rehabilitación]
Ya hace unos días que empezó el ansiado 2007 y yo no he escrito mucho al respecto del año que pasó. Como no quiero caer en lugares comunes haciendo un racconto de hechos puntuales y trascendentes, he optado por enumerar algunas conclusiones que me dejó el año pisado. También me he hecho preguntas, aunque solo colocaré aquellas que nadie ha podido responderme de manera convincente.
*La tristeza es igual al enojo, en otras palabras, es el enojo con uno mismo por no estar contento.
*Sin lugar a duda el sexo y la comida manejan el universo. Ver teoría.
*Es mucho más fácil mantener económicamente que afectivamente.
*Los hijos crecen y se vuelven independientes, primero de pensamiento, después vendrá el resto. ¡Y pensar que uno trató de inculcarles la libertad de discernimiento!
*Las casualidades existen, si no fuera así viviría asustado.
*La política es el ámbito más sucio de la sociedad, pero es apasionante andar entre la basura.
*Los medios transformaron (o fueron cómplices de transformar) la resistencia en Irak en guerra civil.
*Latinoamérica no tiende a la izquierda, ahora se ataja un poco las trompadas del poder.
*Los líderes populares nunca son buena gente.
*Argentina es mí país, pero me gusta estar lejos.
*La computadora es mi mejor amiga, pero mi peor consejera.
*La familia es maravillosa.
*Escribir un blog es una buena terapia.
*Los chistes populares son los mismos en todo el mundo.
*“Los Sopranos” es la mejor serie, aunque “Lost” logró atraparme. Ah, traducidas al español son mucho peores. En Argentina: “Hermanos y detectives”
*A partir de los 33, para echarse 3, deben ser más de 2.
Preguntas sin respuesta:
*¿Hasta que edad deben mantenerse vivos Papa Noel, los reyes, el conejo de pascua, el ratón Pérez?
*¿Qué hace a las personas alejarse? O ¿Qué es lo que me hace alejar de algunas personas?
*¿Por qué la memoria transforma los malos momentos en no tan malos?
*¿Se puede creer en los medios de comunicación?
*¿Es la Fe un medio para encontrar la felicidad?
*¿Existe el cyber amor?
*¿Cuántas malas decisiones tomé?
Cruz J. Saubidet®
[conclusiones] [politica] [Teorías] [Argentina] [humor] [preguntas] [medios] [2006] [blog] [sexo]