noviembre 27, 2006

menú principal:

HUMOR

CUENTOS

DIÁLOGOS CONMIGO MISMO

links blogs

sub índices:

ARGENTINA MUSICA fUTBOL

Manuales CJS: EJERCICIO LITERARIO: DE UN TIRÓN.

Aquí la improvisación es lo que importa, la idea es tomar aire y empezar a escribir sin pausa, al mediar la carilla comenzar a declinar hacia el epílogo, lentamente, permitiendo al menos una situación más de conflicto a la obra.
La extensión, en lo posible no debiera superar la carilla y media. Como recompensa al trabajo realizado, se permite UN repaso genera y una ligera corrección, aunque no debe extenderse mucho pues la obra perdería su carácter primario, o sea “de un tirón”.
Buen ejercicio para cuando las musas andan de viaje o cuando el deseo de escribir se ve truncado por la falta de ideas satisfactorias.

UN EJEMPLO:
Las cosas no son como parecen dijo una doña recién casada con un vendedor de amuletos recuperados de una demolición en el centro de Tegucigalpa.
Otra señora que por ahí pasaba reconoció la frase como propia y tomó de los pelos a la primera que defendiéndose a golpes de puños gritaba a los cuatro vientos que la frase era propia. Sin saber que ocurría realmente, un señor vestido de traje blanco y con sombrero “panamá” se interpuso entre ambas y dijo “a ver señoras, que mierda está pasando”. Un reloj de oro y posiblemente de buena marca se asomaba desde su muñeca y un muchachito de unos quince años que observaba el espectáculo púgil con admiración decidió que era el momento de hacerse el día. Aprovechando la desconcentración del hombre de blanco, con la destreza ganada en sus años de callejero y sin que el dueño percibiera molestia alguna, desprendió la joya y adueñose de ella.
Las mujeres continuaban enfundadas en el resentimiento y el hombre debía esforzarse por mantenerlas lejos del alcance de una sobre la otra.
El muchacho como si tal cosa se colocó en la ronda de curiosos del espectáculo a la espera de que las defensas del hombre de blanco cedieran y las dos mujeres volviesen a trenzarse.
La primera señora, que a esa altura del conflicto enseñaba al público una manga de su camisa desprendida y una herida en la frente, detuvo sus efluvios de violencia por unos segundos dando una tregua a los esfuerzos sobrehumanos que realizaba el mediador. La otra, que poseía entre sus encantos un culo de antología y unos pechos redondos y grandes poco acordes con su torso diminuto, no entendía el motivo de su furia, así y todo no la detenía e incluso la acrecentaba en cada golpe propinado o recibido. Las cosas no son como parecen, esta señora se metió conmigo de la peor manera, pensaba, quien la mandó a hacer referencia de mis preciosas tetas que sus buenos dólares costaron. Son como parecen, son redondas y parecen redondas, son grandes y parecen grandes, tal vez lo único que parecen y no son sea tibias, pero eso es algo mío y con suerte del que me las sobe que aunque frías puede degustarlas como mejor le parezca.
La ronda de curiosos ya era de tres filas, la batalla era todo un éxito y hasta el señor de traje blanco, que alguna vez había soñado con las “tablas” antes de dedicarse a negocios con sustancias prohibidas, supuso que su papel era detestado por el público. Eso casi era cierto, quizás un diez porciento de los espectadores esperaba la calma, pero el resto ansiaba ver un poco más. Ni la señora era tan vieja ni la tetona era tan joven, la lucha prometía ser pareja.
Las cosas no son como parecen seguía pensando la esposa del vendedor que tampoco entendía las razones de la lucha pero un sabor dulce de energía la impulsaba a no detenerse. El hombre del traje blanco comprendió el pedido del público y soltó a ambas. Para su sorpresa las dos quedaron inmóviles, eso era muy malo para el público, por lo que el devenido en árbitro les sugirió se dieran la mano y explicaran el motivo de la pelotera. Fueron suficientes esas palabras para que la una saltara sobre la otra y la lucha se reiniciara. La doña tomó de los pelos a la exuberante mientras esta golpeaba en el estómago a su contraria, rodaron por el piso, se patearon, mordieron. En un momento las tetas fabricadas quedaron a la intemperie, entonces, la pechugona, desgarró la camisa de su rival para dejar ambos torsos descubiertos. El público saltaba de emoción, incluso el ladrón organizaba cantos de apoyo a una u otra mientras revoleaba un pulóver desgastado.
El primer grito de alarma lo espetó la mayor luego de un rodillazo recibido en las costillas, a eso siguió el grito de su contrincante a encontrarse con la nariz rota y sangrante. Ambas quedaron desparramadas, una junto a la otra, doloridas y sangrantes. Se miraron, miraron al hombre de traje blanco e hicieron una vista panorámica del público.
Se miraron de nuevo y esta vez se sonrieron, una extendió la mano, la otra la tomó y la presionó con sus dedos sucios.
-Tenía razón, las cosas no son como parecen- No se sabe cual de las dos lo dijo, ya poco importaba; el público se había retirado y el árbitro las invitó a comer. Tambaleándose, caminaron con rumbo a algún lugar, las cosas no eran como parecían pero estaba bien así.
¡DIVIERTANSE!
Cruz Joaquín Saubidet®

noviembre 22, 2006

THANKSGIVING, ACCION DE GRACIAS U OTRAS COSAS MAS (los últimos días de noviembre, reedición 2006)

Como algunos saben, mi personalidad es de contrera. Todo lo que pueda ser criticado lo será y allí se centra mi diversión.
Y el tema que me trae hoy es la celebración del Día de Acción de Gracias o Thanksgiving como le dicen por aquí, indudablemente el festejo más importante para los norteamericanos, en el cual conmemoran el agradecimiento de los peregrinos a los indios por haberles ayudado a proveerse para el segundo invierno en estas tierras. El tema es contradictorio desde el vamos. Luego de agradecerle a los indios y festejar con ellos la acción de gracias, dedicaron los años venideros a sacárselos de encima. Y vaya si lo lograron.

Pero no voy a criticar demasiado la conquista y la extinción o achicamiento poblacional de los indios americanos. El estado se ha librado del problema de una sabia manera: los pocos que quedan, NO PAGAN IMPUESTOS. Esto provoca el silencio de ellos y el resentimiento del resto de la población. Pero como ya dije, no voy a hablar demasiado de ellos, solo voy a recurrir a algunas metáforas alimenticias. Entre nosotros; creo que la única razón por la que se come pavo es porque rinde mucho, pero en casa, como somos tres, nos vamos a comer un pollito, pero no se lo digan a nadie. Aqui les dejo un cuentito que me pareció divertido escribir en honor al feriado.

LOS ULTIMOS DIAS DE NOVIEMBRE (CUENTITO)

Qué fue lo que hicimos para merecer este destino? ¿Por qué nos persiguen y nos matan? No tengo idea. Si alguno de nosotros se hubiese encargado de plasmar nuestra historia en estas tierras, tal vez lo entenderíamos. Pero pocos de los nuestros han llegado a viejos y la tradición oral en nuestra raza está plagada de errores. Esta tierra, dicen, nos perteneció hace muchos siglos. Entonces llegaron ellos.
Con los lugareños anteriores manteníamos una relación cordial. Asesinatos hubo siempre. Es la naturaleza humana y no voy a discutir sobre ello. El verdadero inconveniente comenzó con la llegada de aquel barco. ¿Quién iba a pensar que ese grupo de personas blancas, extrañamente vestidas, sucias y muertas de hambre se iba a dar maña para quedarse con todo?
Al principio hasta nos daban lástima. Pero con el tiempo, este grupo antaño religioso, se convirtió en un verdadero peligro para los habitantes autóctonos. Y con el paso de las cosechas consideraron innecesaria la presencia indígena en "sus tierras" y minuciosamente lograron desplazarlos a sitios menos agradables.
Resultaron mansos los locales. O pocos, o menos inteligentes, o menos armados, o menos políticos. El tema es que cada vez fueron quedando menos nativos y a su vez llegaron más cristianos del otro lado del mar. Por suerte o por desgracia, nos permitieron quedarnos. Total, no molestábamos demasiado y éramos de gran utilidad. Cada tanto asesinaban a alguno de los nuestros, pero así y todo de cierta manera nos protegían.
A medida que crecían en número, algunos se desplazaban hacia otros puntos. Y cada expansión territorial contaba con nuestra presencia, hasta que llegó el momento en que cada recodo de esta tierra, abrigaba a alguno de los nuestros.
¿Cuantas familias desmembradas habrá dejado esa expansión? No podría hablar de números, pero cifras de siete dígitos me quedan cortas. Los pocos que regresaron, trajeron consigo cuentos del otro lado. De otro océano. De meses y meses de marcha. La historia se repetía en todas partes, con nosotros siempre presentes, testigos silenciosos de esa conquista.
Luego de dos siglos desde el pálido arribo y a pesar de los muchos sacrificios, nuestra raza aún seguía fuerte. Antiguamente entre indios, ahora entre blancos. Entonces apareció esa mujer, señora empecinada y testaruda. Sarah, creo se llamaba. Su terquedad y su empuje fueron la causa del comienzo de las masacres y de nuestra esclavitud. Siglos habíamos estado, siglos habíamos sufrido y siglos nos habían perseguido. Pero a esta altura de la historia y después de casi un siglo y medio desde aquel día, me pregunto si vale la pena seguir. Mi pregunta es la de todos, pero nadie la responde. Todos agachan la cabeza y se resignan y me siento solo en esta lucha.
Hace casi ciento cincuenta años que estamos encerrados. Nuestra suerte fue echada aquel día nefasto en que Abraham Lincoln, haciendo lugar al petitorio de Sarah, declaró como oficial la festividad de Thanksgiving, o Día de Acción de Gracias. A partir de allí pasamos a ser una razón de estado, a pesar que este solo quería eliminarnos.
Los hombres armaron jaulas y nos tiraron dentro. Inventaron comidas nutritivas que tuvimos que aprender a ingerir. Nos quitaron los hijos al nacer y nos mataron. Cientos, miles a diario iban al verdugo, cada vez menos violento, pero más fulminante. Cada año, el mes de noviembre se acerca más deprisa. Cada año nuestra muerte se percibe en el aire. Evito comer demasiado y así me mantengo con vida pero creo que en los últimos meses me excedí un poco.
Cada año son más, y cuando se leen las estadísticas, los cínicos se regodean con la realidad de los millones que se agregan a la celebración. Dicen que hasta los latinos se han acoplado al festejo. Siempre detesté a los latinos, nada más que por el nombre que nos dieron. ¿Qué necesidad de llamarnos "pavos"?
¿Era necesario herirnos también con nuestro nombre? Al menos acá nos llaman "turkey" y no "stupid". Varias veces me pregunté que fue lo que los llevó a sustantivarnos con el nombre de un país. Espero que no se haya tratado de racismo, aunque no lo sé.
Discúlpenme, debo retirarme. Se acercan personas y aparentemente abrirán mi jaula. El año pasado fueron sesenta millones a las mesas. Este año, dicen, serán más. Incluso me enteré de que muchos hermanos ahora llegan congelados desde distintos puntos de América Latina. Pero dentro de pocos minutos ya nada importará. Solo me resta pensar a que lugar de este país llegaré y que familia me servirá en la noche de un jueves; pero ya no estaré para contarlo. ♦

Cruz Joaquín Saubidet®


noviembre 20, 2006

Nuevos políticos, aunque un poco desgastados. Mauricio Macri.

Mauricio Macri es un personaje singular.
Durante la “fiesta menemista” de los 90 mantuvo un alto perfil de empresario exitoso a pesar que las empresas de su padre (¿también suyas?) se vieron envueltas en escándalos de contrabando y en negocios de dudosa claridad. Él no vio afectada su reputación de empresario prolijo, al fin de cuentas si su padre era quizás un poquito mafioso no quería decir que él lo fuera.
Sus comienzos en la política lo encontraron a cargo del Club Atlético Boca Juniors, sin lugar a dudas el más popular de todos los clubes de fútbol de argentina. Los cambios realizados en la institución demostraron la capacidad organizativa del presidente, que en pocos años transformó la entidad social y deportiva en una empresa redituable y glamorosa, mejoró las instalaciones y tribunas y, lo que en realidad importa, consiguió una interesante cantidad de campeonatos locales e internacionales, la mayoría de la mano del Sr. Carlos Bianchi aunque no solo de él.
Su éxito en “Boca” lo transformó en el personaje deseado por los partidos políticos, siempre rechazó las ofertas hasta que finalmente creó su propio partido político en el lugar más propicio: la ciudad autónoma de Buenos Aires.
Pero eso no importa demasiado, lo que me llevó a escribir esto fueron una pregunta con la que me desperté: ¿Por qué mucha gente ve como una solución a Mauricio Macri?
YO NO LO SE. ¿Ud?
Recuerdo, luego de la renuncia de De La Rua a finales de 2001 y la serie de sucesiones presidenciales, que en las esferas políticas se hablaba de Mauricio Macri como una posibilidad de concertación popular con ideas liberales. Muchos hablaban de colocarlo en el puesto que finalmente ocupó Eduardo Duhalde, pero la política pura suele triunfar en esos casos y era Duhalde quien había perdido la elección contra el huidizo presidente y por ende, en la sucesión de votos era un puesto que le correspondía.
En lo personal el Sr. Macri no me simpatiza, considero que debe haber estado al tanto de los chanchullos de las empresas de su familia y solo por eso no lo votaría.
Su ideología me tiene sin cuidado, ya tuvimos a un presidente que hizo campaña junto a recién fallecido Saul Ubaldini para luego sacárselo de encima y apuntar hacia la derecha, tuvimos otro que hizo campaña con la consigna de cambiar algo y no solo no cambió nada sino que terminó la obra de su antecesor de la peor forma posible, incluso renunciando. Ahora tenemos uno que decidió inclinarse a la izquierda y a los derechos humanos, aunque está claro que poco le importa eso ya que prefiere pasar una semana en Nueva York paparuleando que en su oficina resolviendo los problemas.
Por eso me parece que derecha e izquierda, a esta altura no significan nada. Argentina no va ser un país comunista y no creo que se transforme en una dictadura de derecha, toda la brecha entre estas dos opciones nos dará los dirigentes futuros cuyos éxitos estarán signados por sus capacidades a la hora de administrar correctamente, y sus fracasos de la mano del populismo y la demagogia.
Cruz Joaquín Saubidet®

noviembre 13, 2006

La verdad debe ser dicha con cuidado, así y todo suele doler.

Perdoname loco, en realidad no te quería cagar de esa manera,
bueno,... sí, quise en el momento, pero después me arrepentí,
bueno,... si hilamos fino y consideramos que el arrepentimiento es lamentar lo ocurrido y proponerse seriamente no reincidir en la falta, no te voy a seguir mintiendo, es posible que lo vuelva a hacer, pero también te aseguro que me volveré a arrepentir,
bueno,... no sé si tanto, porque mi propia experiencia me viene demostrando que después de un cierto número de repeticiones, el arrepentimiento va perdiendo posiciones,
bueno, pero mi propósito, de momento, es no volver a hacerlo,
bueno,... si estoy diciendo que quizás lo vuelva a hacer significa que al menos gira por mi cabeza la reincidencia, ¿eso es malo?
bueno,... sí, es malo pero no tanto, malo sería que te prometiera que nunca más y después, vos me entendés...
bueno,... si no entendés estás en tu derecho, aparte, no fue para tanto, ¿o te pensás que es la primera vez que lo hago?
bueno,... a vos sí, es la primera vez, pero no sos el único amigo que tengo, no sabés la cantidad que he perdido...
bueno,... no los he perdido a todos por la misma causa, en ocasiones la distancia ha influido, o el desinterés, o la falta de compañerismo...
bueno,... no es para tanto, si nos ponemos a exagerar por cualquier pavada nos vamos a ofender y así no hay amistad que aguante...
bueno,... en realidad, en el fondo, fue por tu bien, alguien tenía que frenar tus intenciones, ¿hasta donde querías llegar?
bueno,... yo me sigo sintiendo tu amigo, si perdiste por un voto tené en cuenta que de haberte dado el mío empatabas, no ganabas.
bueno,... yo podría haber jugado algunas fichas a tu favor, pero no podía basarme solo en la amistad para apoyarte, yo te quiero mucho pero no te considero con capacidad suficiente para el puesto.
bueno,... no te estoy menospreciando, pero abrí un poco la cabeza y entendé que tenés tus limitaciones...

Sabés una cosa, ¡me cansé de las recriminaciones!, ahora que lo pienso era mucho más simple mentirte, si no tenías forma de saber la verdad ¡para qué mierda te la dije!

Cruz Joaquín Saubidet®

NUEVA HISTORIA DE MI ADOLESCENCIA!!!!


noviembre 08, 2006

Cuando la risa se transforma en preocupación...

Si alguien se cae muy fuerte y el sonido emanado no condice con los cánones normales la risa se transforma en preocupación.
Eso me pasa con Argentina cada vez que recuerdo la última década.
En Argentina nada pasa de verdad, hasta los chistes suelen ser efímeros.
En Argentina nadie asume las culpas de lo que pasa a pesar de que esas culpas suelen estar comprobadas.
En Argentina solo se recuerda la AMIA y la embajada de Israel en los aniversarios. A pesar de que está claro que no se quiso investigar en su momento y ahora suena como demasiado tarde. Ahí murió mucha gente, muchos argentinos a pesar de que se nos quiso confundir que fueron ataques contra la comunidad judía. ¡Las bolas! Si alguien ataca mi casa está atacando a mi familia por más que estén buscando dañar solo a uno.
¿Y Cromañón? ¡Casi 200 muertos y un solo preso! Destituyeron al intendente de Buenos Aires, pero al tiempo le llegó la indulgencia.¿Hubo un solo culpable?
¿Ya se olvidaron de José Luis Cabezas? Yo lo recuerdo cada tanto, también me acuerdo de Yabrán y de su suicidio tal vez real, aunque nunca sabremos si los 90’s fueron así o nos hicieron creer que así sucedieron. ¿Quién está preso? Me sobra con una mano, aunque no me alcanzan los dedos si cuento 1000 millones robados por cada uno.
¿Son más asquerosos los peronistas o los radicales? En corrupción vienen parejos pero los radicales no pueden terminar sus mandatos porque los peronistas los bajan.
¿Alfonsín héroe de la democracia? Muchos hablan bien de ese viejo hijoemilputas que no hizo nada bien cuando fue presidente y después firmó un pacto de defunción con Menem. Que le dio cuatro años más de decadencia al pobre país en el que me tocó nacer.
Alfonsín, Grinspund, Jesús Rodríguez, Menem, Cavallo, Kohan, De la Rua, Flamarique, Duhalde, Ruckauf, Manzano, De la Sota, Kirchner, Alberto Fernández, De Vido, Felipe Solá, D’Elia, etc. etc. etc. Estos formarán parte de la historia que estudiarán nuestros nietos, ¿No es una lástima que esos personajes vayan a formar parte de la historia? Me imagino a mi nieta preguntándome sobre ellos y yo sin poder decir otra cosa que: un hijoeputa, un ladrón, un incapaz, un atorrante, etc. voy a sonar como un viejo cascarrabias, pero es lo que voy opinando a medida que pasa el tiempo.

Hoy llueve sobre Nueva York, el otoño se despachó con un diluvio que hizo caer de los árboles gran parte de las hojas de muchos colores y que le daban alegría a los ojos. Los días se han puesto muy cortos y el frío está empezando, poco a poco, día a día, retrocediendo y tomando envión.
Ayer por aquí se votó y los republicanos perdieron varias bancas en el congreso y algunas gobernaciones incluida la del estado de New York.
Cayó Mr. Rumfeld después de seis años, la guerra en Irak restó mucho apoyo a Bush. En realidad no fue la guerra, fueron los ataúdes cubiertos con la bandera que llegaban desde el golfo.
Tampoco voy a creer que los demócratas y los republicanos son muy diferentes. En los dos partidos hay de todo y para todos los gustos. Muchos dicen que los demócratas están con los latinos, mentira, algunos demócratas están a favor de las leyes migratorias, pero muchos otros no. Muchos demócratas estuvieron a favor de la construcción del muro fronterizo y algunos republicanos en contra. Incluso hay dirigentes latinos (y muchos) que andan por las filas republicanas.
Nada es tan así, no hay buenos en la política, esos se caen, en Argentina y en USA. La diferencia es que en USA para conseguir los votos deben trabajar bastante, en Argentina suele ser suficiente con ser peronista o radical que, al igual que republicanos y demócratas, son la misma mierda pero con olor diferente.
Cruz J. Saubidet®

noviembre 04, 2006

Sobre valoración jesuítica de los pensamientos impuros.

Nunca me gustaron los extremos ni los excesos. La experiencia y la historia han demostrado que suelen provocar desastres.
Fui educado en un colegio Jesuita en un difícil momento del país, no fue una mala experiencia pero, de haber prendido en mí los pregones de aquellos sacerdotes, no sería la persona que soy hoy día. Quizás mejor, tal vez peor, nunca lo sabré.
Durante esos años los curas se esforzaban en quitar de nuestras cabezas los pensamientos impuros y su destino final, o sea el consabido y famoso acto onanístico al que solo unos elegidos lograban esquivar. ¿Estaba mal? Creo que no, al fin de cuentas, ese acto de amor propio ha acompañado a la raza humana a lo largo de su historia y no creo que sea un motivo de perjuicio. Incluso estoy convencido que ha ayudado a muchos a la hora de aflojar las tensiones y lograr ideas maravillosas.
Es posible que la insuflación de culpas fuera un método normal en la educación religiosa. A mí me molestó bastante, e incluso tuve que lidiar con ellas durante mucho tiempo.

El texto a continuación es un relato de mi adolescencia donde se pone de manifiesto el esfuerzo de nuestros educadores para alejarnos de aquellos hábitos.
--Acceder al texto--

Cruz Joaquín Saubidet®

noviembre 01, 2006

El tedio de ser policía.

La comisaría del paraje La Tordilla dejaba mucho que desear, contaba con un calabozo sucio y vacío y otro ambiente más grande donde se asentaban dos escritorios. En una esquina, una cocinita a gas calentaba el agua para el mate.
La vida era aburrida para el suboficial Romero. Ya llevaba seis años ahí y no lograba acostumbrarse.
El pueblo no superaba las diez casas, la iglesia, el club y el bar. En este último Romero se sumergía todas las tardes a perderse en un vaso de vino tinto sin hielo, luego otro y luego otro.
Solo un error cometió, al menos solo uno grande, hacía ocho años que lo habían castigado por él y lo dejaron olvidado junto a una estación vía muerta en la zona mas aburrida del norte santafesino.
El suboficial Romero se recibió de policía porque prefirió que su arma fuese legal a diferencia de las de sus amigos y parientes. Creció en el barrio Yapeyú, la punta norte y olvidada de la ciudad de Santa Fe.
De tez oscura y mirada esquiva, era temido por los débiles del barrio, los fuertes lo ignoraban y quizás fue por eso que decidió ser policía. No estaba a la altura de los “bravos” de Yapeyú y como sabía que nunca lo estaría se cambió de vereda.
Pero en la policía le pasó lo mismo, los bravos de adentro lo ignoraban, tenía mucha fuerza pero sin duda le faltaba un poco de viveza o inteligencia. Era nada más que un arma de choque, sus superiores conocían sus capacidades y a la vez su debilidad a la hora de decidir el mejor camino entre dos opciones.
Solían mandarlo al estadio de fútbol los sábados o domingos, a patrullar de noche por los barrios oscuros y peligrosos y, las peores veces, a dirigir el tránsito cuando alguien daba aviso de un semáforo roto en una calle transitada.
Romero no se casó, tuvo una novia pero lo dejó luego de un tiempo harta de las promesas de pobreza. Era policía, de forma legal nunca conseguiría salir de pobre.
En junio de 1998 Romero fue invitado a una “fiesta de 15 años” en su barrio, la homenajeada era su sobrina. Allí se juntó la crema y nata de Yapeyú y el exceso de cerveza y las bromas de los amigos pusieron de mal humor al muchacho. Al ritmo de la cumbia, de la mano de una señora, Romero movía sus caderas. Las parejas se chocaban y pisaban, el suboficial estaba molesto. En la otra punta del patio Rubén Sosa jugueteaba con el cuello de una quinceañera que sonreía. Rubén Sosa siempre había ignorado a Romero. Rubén Sosa era uno de los personajes respetados en el barrio.
-¡Che vos Rubén! Me parece que a Sivita le molesta que le andes encima.
-¡Cerrá el orto Romerito! No te metas en lo que no te importa.
-¿Cómo me dijiste?
-Dije ¡cerrá el orto!
-¡A mí hablame mejor la puta que te parió!
Rubén se levantó y se puso cara a cara con el policía, con fuerza lo tomó de las solapas y lo elevó diez centímetros del suelo.
Romero llevó su mano a la cintura, sacó la reglamentaria y sin decir palabra disparó dos veces contra el pecho de Rubén. Dos muchachos quisieron sujetarlo y también les disparó antes de perderse a la carrera en las calles del barrio.
Rubén murió en el acto, tenía 29 años; uno de los heridos sobrevivió el otro agonizó cuatro días pero ya no pudo resistir.
Romero se escondió durante dos semanas, sus colegas lo buscaron sin éxito, pero su gente también le daba cara vuelta.
Una mañana fría de julio se entregó en la comisaría de Primera Junta y 25 de mayo, en el centro de la ciudad, donde pocos lo conocían. Fue detenido y enviado a la cárcel.
Dos años después el comisario lo sacó, pero lo mandó castigado a La Tordilla.
De vez en cuando encerraba a algún borracho peleador, si estaba con suerte lo visitaba la esposa de algún peón de los campos de la zona y descargaba las tensiones. Pero el tedio había cumplido seis años.
A las ocho de la mañana del 28 de octubre de 2006 lo encontraron ahorcado de un algarrobo grande que da sombra a patio trasero de la comisaría. No hubo cartas, despedidas ni llantos de amigos.
Queselevacer.
Cruz Joaquín Saubidet®