Despertarse maravillado por un sueño es una de las sensaciones más gratificantes y a la vez más escabrosas que puede sentir una persona que escribe.
Algunos sueños suelen expresar emociones demasiado reales y gratas. Muchas veces me sentí feliz dentro de un sueño, esos que penden apenas de la realidad y que mientras duran, uno los cuida como si cualquier cosa pudiera romperlos. Las sensaciones que generan los sueños son muy difíciles de sentir en el mundo de los despiertos y la felicidad regalada por la simpleza onírica no suele ser tal cosa cuando los ojos están abiertos y los sentidos alerta y protegidos de sensibilidades exacerbadas.
No conozco escritor que no se haya despertado con la imperiosa necesidad de escribir el sueño que ha tenido, pero en general suele ser una empresa inútil, nada interesante puede salir en comparación de la realidad del sueño en sí. Porque las sensaciones subconscientes de nuestras horas de descanso poseen otra dimensión y por ende no pueden traerse fehacientemente al mundo de la luz y los colores.
No solo he fracasado en escribir algunos sueños, también traté alguna vez de vivirlos con el mismo resultado.
He soñado con viajes junto a personas con las que conversar era fabuloso, he soñado partidas de poker interesantes, he soñado que cantaba afinado, he soñado con asados y vino, he soñado con triunfos académicos, he soñado con mucho dinero en mis manos, he soñado muchas cosas alegres y también tristezas. He tenido sueños eróticos intensos de orgasmos prolongados y otros precoces.
Interpretar los sueños puede ser una actividad entretenida para algunos, pero por ahora no lo considero importante, es posible que si tuviera un sueño doloroso y reiterativo trataría de saber las causas, pero por el momento, mis actividades ojos adentro vienen, no digo siempre alegres, pero al menos variadas. Tampoco juego a la quiniela o sea que no necesito numerar el tema en cuestión y por otro lado, me revuelven las tripas los “chantas” que dan vueltas a través de la interpretación onírica. Si sueñas con queso (¿quién sueña con queso?) tendrás buenas ganancias, si sueñas con un loro, alguien te adula falsamente o si sueñas con serpientes Silvio Rodríguez te firmará un autógrafo con la mano izquierda.
El tema es cuestión, y que me llevó a esta prolongada introducción fue un sueño que tuve anoche, anoche soñé con una radio que transmitía por las tardecitas para un pequeño público campestre del norte argentino, por supuesto que el sueño fue maravilloso y pasaban un sinnúmero de cosas, pero a pesar de mis esfuerzos solo puedo explayarme en un escueto resumen y nadie podrá disfrutar como yo hace unas horas de la felicidad de poseer la emisora de radio mas humilde del mundo. Pero ya es tarde.
Soñé una poesía de tiempos olvidados / De miradas angulosas con finales varios / Y encontré entre las cosas de mis años mozos / Recuerdos gozosos y algunos calvarios. CJS®
Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
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