julio 20, 2005

TODOS ESTAMOS EN LA MISMA


Publicado en el Nuevo Cojo Ilustrado (www.elnuevocojo.com)

El mundo parece más chico

Las cosas se agrandan y se achican, en general no podemos apreciar la transición porque estamos haciendo otra cosa.
Las cosas crecen y disminuyen de acuerdo a los ojos que las observan, y no se trata de ojos diferentes, en general es el propio ojo el que mira distinto. ¿Será que el tiempo envejece la vista? ¿Será que no-solo el cuerpo se hecha a perder? ¿Será que me pongo a pensar huevadas?
Recuerdo que hace mas de 13 años andaba errante por Bolivia, de norte a sur y de este a oeste observando todo. ¡Que grande era el mundo! ¡Que lejos que estaba todo en distancia y tiempo! Porque la lejanía muchas veces la decide el tiempo, ¡me lo van a negar! Todo el mundo dice Tiempos lejanos y lo dice bien. Consciente creé que está cometiendo un error gramatical imperdonable, pero tiene razón. El tiempo es distancia y casi nunca el maldito, permite volver sobre los pasos.
El mundo era gigante en Bolivia, todo estaba lejos y atrasado, la gente misma vivía en una realidad acorde al tiempo de su país.
Desde allá, Buenos Aires daba la sensación de súper potencia cultural-intelectual-tecnológica, eso me hacía sentir bien aunque no me servía de nada.
Cuando años después me instalé en Buenos Aires el mundo se me achicó un poco, al fin de cuentas vivía en el ombligo del país, incluso suponía que estaba en la cumbre de Latinoamérica. Con el tiempo, luego de conocer Río de Janeiro y San Pablo, comprendí que mi concepción del mundo estaba un poco trastocada, así y todo me encontraba en un sitio que para millones de personas significaba la meca de civilización.
Luego de mucho tiempo, el destino me colocó en la gran ciudad de Nueva York y digo gran ciudad no por el tamaño (es más chica que Buenos Aires) si no por lo que significa este lugar.
Ahora sí estoy en el ombligo del mundo y ahora sí todo es más pequeño.
Por esta parte del mundo se condensan y concentran todos los dineros y todas las culturas de la tierra, no exagero e incluso tratar de explicar lo que es Nueva York sería imposible sin caer en errores garrafales. ¿Cómo no voy a ver todo más pequeño?
A pesar de que la empatía siempre fue mi punto débil, viviendo entre tanta gente con historias tan dispares e interesantes, se me fue potenciando poco a poco.
Mi amigo Emin, que llegó hace tres años de Alejandría en Egipto huyendo vaya a saber de qué, trabaja en una panadería por las noches y durante el día muchas veces no puede dormir por el ruido de la calle, pero vive mejor que allá y pudo traer a su mujer y su hijo hace un año.
Aminin, se vino de Marruecos luego de casarse con un casi desconocido que le había enviado el currículo a su padre solicitándole la hija, dice que está muy feliz, pero que mataría a su marido si se le ocurriese buscar una segunda esposa tal como la ley del Corán le permite.
Awan llegó hace un año y medio de Nepal a vivir con su hermano, debió aprender un nuevo alfabeto e idioma, cuenta que en su aldea no había autos ni motores de ningún tipo y el primer avión que vio en su vida fue el que lo trajo aquí.
Jonas quedó viudo hace cuatro años en Lituania, es ingeniero y estudioso de la geografía, su hija lo convenció a vivir con ella y se vino a recibir el amor de los nietos que le hicieron descubrir la Internet, con la comparte gran cantidad de horas.
María perdió a sus hijos al separarse de su marido americano, su estatus de mexicana le jugó en contra en el juicio y ahora puede verlos una vez al mes, para colmo de males viven en Carolina del Norte, bastante lejos de New York.
Daisy vivía muy bien en Nicaragua, pero el gobierno de Ortega le confiscó todos los bienes y huyó junto a su marido dejando todo a reencontrarse con sus hijos que estudiaban aquí. Nunca quiso volver.
Vasilika, con 15 años, llegó a la ciudad luego de perder a su familia en Albania, la recibió una tía. Dice que se aburre mucho y que no encuentra amigos.
Mujta llegó de Pakistán luego de los atentados de las torres, contra las costumbres familiares, se desprendió de túnicas musulmanas y anda de civil por la vida, piensa en casarse con un americano algún día.
Taslima fue a casarse a su Bangladesh y regresó cargada de túnicas, sus nuevas ropas coloridas la hacen feliz, son muy bonitas a diferencia de las árabes.
Andrea llegó hace siete años de su Quilmes natal, en Argentina, se quedó como ilegal y se casó con un mejicano, trabaja en una panadería y tiene una hija, lo único malo es que tiene que vivir con su suegra y que si viaja a Argentina ya no podrá regresar a USA.
Jorge lleva 5 años de ilegal en Nueva York, en México dejó a su mujer embarazada y a sus hijas de 5 y 11 años. Allá arreglaba máquinas de coser pero no alcanzaba, trabajó duro y mandó religiosamente el giro mes a mes. Hace dos años tuvo un accidente laboral que lo mandó varios meses al hospital, la compañía de seguros siguió pagándole el sueldo hasta hace un mes, momento en que comenzó el juicio, espera ganarlo y hacerse de un dinero con el que volver a su país.

Como verán, cuando hablábamos de crisol de razas en Argentina o en otros países latinoamericanos resultaba un poco exagerado, es aquí donde realmente se concentra el mundo, lo expuesto fue una muestra pero los casos son infinitos y todos tienen sus historias con más o menos dolor y nostalgia.
Todos los países del mundo tienen aquí su representación y algunos hasta sus barrios o zonas.
El mundo parece más chico, está representado en las calles de la ciudad, en las ropas, en los idiomas, en los colores de piel y hasta en las diferentes formas de andar. En esta ciudad, si en Manila, el equipo nacional de Filipinas gana la copa de pesca en bote de 5hp, de seguro sonarán algunas bocinas y se verán banderas de ese país en varias ventanas.

Por eso aquí es tan fácil la empatía, la mitad de la población está desarraigada igual que uno, y eso ayuda a no sentirse tan solo por un lado y por otro a fortalecer algunos ideales rezagados por la realidad de nuestros países.

Cruz Saubidet
Junio 20, 2005

2 comentarios:

Vanessa Alanís dijo...

hola, te informamos que este blog ya pertenece al proyecto blogueratura; el lugar de la literatura independiente.
no olvides poner un botón en tu blog para que tus leectores conozcan el proyecto.
recibirás un correo con más información sobre las actividades de www.blogueratura.com
gracias por seguir publicando la palabra.

Pato dijo...

Estimado, mis saludos por su blog y mis disculpas por la poca cortesía pero sin conocerlo le kiero pedir si pudiese enlazar mi blog de humanidades, musica y ciencias sociales, yo enlacé al tuyo, en realidad trato de linkear sitios de esta onda.
Soy patricio Padilla Navarro, estudiante de sociología de 4º año, mi bitacora se llama BECUADRO