Todo se achica o
agranda según el entorno y el momento. Hay días en los que todo lo que cuatro
días atrás me importaba y enojaba, me parece una huevada. Creo que se llama
“enfoque de prioridades” o al menos es el nombre que yo usaría de ser
psicólogo, sociólogo o barman. Pero hoy no es uno de esos días y
continuo pensando nimiedades.
Puedo pensar en
muchas cosas pendientes que deberían ocupar mi cabeza, llamémosle preparar los
impuestos del 2015, refinanciar la hipoteca, pagar el teléfono, terminar mi
novela, preparar mis clases. Podría preocuparme por cómo estarán mis hijos en
la escuela, si se mojaron al bajar del bus o si el almuerzo les será
suficiente. En realidad siempre estoy preocupado por esas cosas y ahora
también, pero son esas preocupaciones permanentes que ya forman parte de mi
personalidad. Los hijos te obligan a vivir aterrorizado 24/7 pero eso es otro
tema que debería tratar en terapia si hiciera alguna, eso y el temita de
Richard Tyson o mi desinterés por los negocios o el desperdicio de mi capacidad
psíquica o como usar el don de calcular un litro de agua a ojo nomás.
Puedo enojarme
con lo del #panamapapers, pero la verdad es que no me sorprende y como vengo
diciendo hace rato lo del contrabando de autos fue suficiente para desconfiar
del presidente.
Algo que tiene
ocupada mi mente desde hace unos quince minutos en el tema de la clasificación
de muchos argentinos de la sexualidad de acuerdo a la música que se aprecia.
Que Babasónicos
es de putos, que Arjona es para minas poco agraciadas, que La Renga es para
machotes. Que Maroon5 es de putos, que Jason Mraz es para millennials rellenitas y AC-DC es para machotes. Que
Maná es para putos, que Sandro es para señoras gorditas y Motorhead es para
machotes.
Otra
clasificación podría ser que Sabina es para aburridos, Roxette para divertidos
y Pantera es para machotes. Que “Pedro y Pablo” es para aburridos, Calamaro
para divertidos y Pappo es para machotes. Que Baglietto es para aburridos,
Miranda para divertidos y Almafuerte es para machotes. Que Spinetta es para
aburridos, Tan Biónica para divertidos y Los Redondos son para machotes.
Las mentes más
avezadas se habrán dado cuenta que apunto hacia la música para “machotes” que
sin lugar a dudas necesita una vuelta de tuerca y una aclaración. No existe tal
cosa. El rock duro, o pesado, o trash es definitivamente el opuesto a la
masculinidad, elemento innecesario si los hay pero que todavía es considerado
una “cualidad” en algunos círculos. Veamos: unos tipos en un escenario, con
ropa ajustada y de cuero a veces, pelo largo y gritando me parecen lejanos al
concepto social de “machote”. Observemos al público fanático, un grupo de
muchachos de aspecto similar a los del escenario pero en este caso saltando,
chocándose, moviéndose desaforados, cantando y transpirando, me recuerda más a
una orgía homosexual que a un grupo de “machotes”
Creo que la
música no puede ser un elemento indicador de la masculinidad, cada quien
encuentra el estilo que le hace bien y que su espíritu necesita para digerir
los malos tragos o para reafirmar los buenos. El arte no debería ser nunca algo
ligado a las preferencias sexuales, y si lo estuviera, no debería haber
prejuicios que nos limiten el disfrute por ese tema.
La masculinidad
no es una cualidad ni un defecto, es un mandato social que ha producido
bastante daño en las almas sensibles de este mundo.