- El odio y el amor son muy parecidos, al menos requieren más o menos la misma energía.
- Puede ser, pero el odio tiende a destruir, el amor a construir.
- Sí, a construir, pero destruyendo las estructuras de la vida, destruyendo las propias individualidades, dando por muerta a la soledad. No sé, la verdad, cual de los dos es más sano.
- Seguís siendo un extremista, no es para tanto, el amor es BONITO, el odio es FEO.
- Eso ya lo sé, pero, (y me voy a ir por las ramas) el odio se desata contra alguien, y tiende a liberarnos de esa opresión interna. El amor en cambio, no nos libera, la independencia que se vislumbra es la separación, y esta es dolorosa, al revés del desahogo que nos da el odio.
- Puede ser que como teoría suene bonita, pero considero al odio dañino.
- Sí, pero el odio puede descargarse en furia, en venganza, en asesinato o lo que sea. El amor a una mujer, se descarga en orgasmos y después, todo son palabras.
- ¿Qué?
- Que una buena venganza, una pelea, se guarda en la memoria mejor que un buen amor.
- ¿Te parece?
- No sé, medito en voz alta. A ver si encasillo un poco. En lo que a mí respecta, mis momentos de furia los tengo guardados como sensaciones, en cambio, los amores, solo son historias.
- Seguís siendo contradictorio. El amor se guarda también como sensaciones agradables, como momentos maravillosos.
- Como quieras, pero, a diferencia del odio descargado, si uno ya no está enamorado de la persona a la que recuerda, la sensación deja de existir.
- Yo guardo mis amores de una manera linda, como lo que fueron.
- ¿Y los odios?
- Prefiero pasarlos al olvido.
- ¿No te los acordás?
- Mucho menos que los amores.
- Vos, debés ser mejor persona que yo.
- Nunca estuvo eso en duda, yo siempre fui el más bueno.
Cruz J. Saubidet®