enero 25, 2006

¿HISTORIAS VERDADERAS? (Diálogos conmigo mismo)


Terminé la novela, todavía no me animé a releerla aunque cada capítulo nuevo significó la relectura y corrección de los dos anteriores. En conclusión: escribí más de 400 páginas de las cuales solo quedaron poco más de 190 dignas de la historia.
Como dije días atrás, para un pelagatos terminar una novela significa comenzar la etapa más complicada, hacia allí voy.
Evo Morales ha ocupado bastante mis pensamientos, más por lo que representa que por su persona. Medité sobre los aborígenes, la conquista, en Pizarro y sus hermanos en Perú y Bolivia haciendo más política que guerras y sometiendo al pueblo indígena de una forma demasiado sencilla para ser cierta.
Pensé, no se por qué, en Álvar Nuñez Cabeza de Vaca. Supuse que de haber sido compañero de Pizarro, a ambos les tomarían el pelo en el colegio, aunque más pena me dio Pánfilo de Narváez (Jefe de Álvar), que para colmo lo mataron mientras paseaba por las playas de la Florida a pesar que traficaba con oro y no con drogas.
Pero Álvar zafó aunque estuvo seis años preso en una isla. De alguna manera se escapó y logró regresar a España donde, lejos de descansar, aceptó venirse de adelantado al Río de la Plata. Y se vino, y de culo inquieto nomás descubrió las cataratas del Iguazú que estaban a 1600 kilómetros de su rancho.
“Tarde o temprano terminan en cana” diría cualquier cura de la época, era verdad, muchas veces los adelantados y conquistadores amasaban tales fortunas que se volvían incómodo al rey, pero en el caso de Álvar, el rey se enculó porque se negaba a maltratar y actuar con barbarie para con los indios. Así que tuvo que volver y lo mandaron en cana a África donde debió esperar durante doce años el perdón de su majestad. No quiso festejar, en cuanto regresó lo nombraron no sé que cosa en Sevilla, pero tomó lo hábitos y se metió a un monasterio donde murió pocos años más tarde.
-Le agarró por la historia Saubidet.
-En realidad la evito porque se presta a que te remarquen los errores.
-A mí me pasa con las anécdotas, no las puedo contar con familiares cerca porque aseguran que invento la mitad de lo que digo.
-Doy fe de ello, usted tiende a la exageración y/o la fabulación.
-Podría irse un poco a la mierda y desde allí contarme por que le agarró por la historia.
-Mi concepción de la historia es más o menos como sus anécdotas, suelo creer la mitad.
-Mire usted, tantos escritores han gastado tinta y usted viene y los refuta, así nomás, sin preámbulos y con soberbia.
-Es mi problema, no puedo creer en nada. La historia se basa en documentos, ¿mire si algún chistoso inventó la batalla de Waterloo o la exageró? ¿O la conquista de Australia o la de América?
-Está diciendo boludeces otra vez.
-No es joda, un documento erróneo puede cambiar una gran cantidad de acontecimientos.
-¿Para que piensa en eso?
-Porque pienso. Imagínese cualquier revolución o guerra, si quiere del mes pasado. Por cada enfrentamiento vamos a tener la documentación de dos o más bandos. No tenga dudas que las historias, los motivos y los desenlaces van a ser diferentes. ¿Y entonces? ¿Qué historia cuento?
-Deje de pensar en eso ¿Vio The Bachelor?
-Si, pero no le voy a contar nada. ¿Tiene amigos?
-Creo que sí, aunque no le quiero asegurar nada.
-Bueno, haga la prueba de comentar con ellos algún momento vivido juntos (un campamento por ejemplo). Va a ver que las dos historias jamás van a ser iguales.
-Voy a probar, pero insisto que usted exagera. Yo creo en la historia, San Martín fue un santo, Belgrano un desprendido, Bolívar el mas grande, Martí una rosa blanca, Alejandro un conquistador, Napoleón un petizo corajudo, ...
-¡No siga! Más vale que no le pregunte mucho sobre los que nombró. Me parece que no llegaremos a un acuerdo, usted cree, yo no. Así están las cosas.
-Y Cabeza de Vaca, noté cierta simpatía hacia él.
-Sabe que, en el caso de ser cierta su historia es un personaje singular, incluso escribió el libro “naufragios” donde cuenta muchas cosas.
-¿Mire si los que leen sus novelas piensan que se tratan realmente de usted y que los hechos son ciertos? ¿Mire si el año que viene usted pasa a la historia? Sería una gran mentira.
-A eso me refería, veo que va entendiéndome día tras día, me alegro.
-No creo que deba alegrarse por eso, en el momento que compartamos las ideas se acabarán estos diálogos.
-Tiene razón, mas vale me voy a dormir y mañana nos peleamos de verdad, me parece que hoy lo aburrí.


Cruz Joaquin Saubidet
Enero 24, 2006

1 comentario:

Sv Alteza dijo...

miau... acà de paseo.
chido blog.