junio 23, 2008

NO ME CREAN, SOY HUMANO.

Todos mentimos de manera descarada mientras pensamos superficialmente que actuamos con honestidad, pero la honestidad no existe, al menos en estado puro.
No voy a caer en críticas repetidas hacia los políticos y los poderosos, está bien que ellos nos mientan, su trabajo se basa en pequeñas mentiras que a la larga nos cagan la vida, pero no es su culpa; ¿Cómo no nos van a mentir si de sus mentiras dependen nuestros votos? Seamos razonables y no nos quejemos tanto. ¿Cómo no nos van a mentir los empresarios si de sus mentiras dependen nuestras compras? No nos pongamos quisquillosos, la mentira debe tener interlocutores ávidos de ellas para conseguir el efecto deseado.
El mundo funciona (y ha funcionado) a fuerza de mentiras. La verdad en estado de pureza está condenada al fracaso. Solo se trata de tomar conciencia de eso y continuar nuestra vida dispuestos a enfrentarla, y también midiendo las consecuencias de los demás enfrentando las nuestras.
Nuestros días comienzan con un “Buen día” que, inmerso en la resaca del sueño que se niega a retirar de nuestro cuerpo, no significa un verdadero deseo hacia el otro sino un convencionalismo vacío de significados.
¿Cómo estás? – Bien: Es la frase mas repetida y mentirosa de cada día de nuestras vidas, la repetimos por el tedio que implicaría explicar la lista de situaciones que refutarían ese “Bien”. Un conocido contesta “más o menos”, claro que tiene tiempo para explicar los motivos.
Mentimos a nuestros padres para evitar castigos, a nuestros amigos para no perderlos, a nuestras parejas para verlas felices, a nuestros hijos para que vayan aprendiendo el mundo que les espera, a nuestros jefes para que no nos molesten, a nuestros maestros para que nos aprueben.
La mentira es parte de nuestro ser y convivimos con ella y hasta tenemos una relación de camaradería con ella.
Pero, en un momento de nuestra vida, la mentira comienza a molestarnos, no la pequeña de todos los días, sino la grande, la que nos condiciona y nos castiga. En ese momento tomamos conciencia de que aquellos que hoy nos mienten de forma descarada, empezaron como nosotros, y poco a poco descubrieron que mintiendo de un modo inteligente llegarían lejos.
Todos transan, todos han transado para llegar donde están, todos mienten, todos mintieron, todos crecieron en la mentira y todos han recurrido a ella para estar donde están.
Por eso no compro discursos, solo agarro pequeños retazos de palabras de otros y trato de formarme ideas propias.
Yo sé que me mienten, desde los políticos, pasando por el papa, el dalai lama, los periodistas y hasta mis vecinos, pero lo acepto porque yo también miento y seguiré mintiendo hasta que me muera. He aprendido a convivir entre “verdades y mentiras a medias”, y hasta considero que sin la mentira girando por todas partes el mundo sería un lugar aburrido.

Cruz J. Saubidet®

junio 20, 2008

Reciclaje de mejunjes azules (VI)

Soy derrochador con el dinero, pero muy ahorrativo a la hora de comprar discursos. Creo que no he comprado discurso alguno hasta la fecha.

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¿Me encontró la soledad, o dejé escapar a todo el mundo?

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El foco de todos los problemas, debe agarrarse con un trapo.

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Si el café se ha enfriado, significa que supiste aprovechar el tiempo.

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Todas las personas brillantes tienen momentos opacos; es una pena que no ocurra a la inversa.

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Es muy triste cuando se termina una bebida exquisita.

Cruz J. Saubidet®

junio 14, 2008

El alcohol se sube a mi cabeza

¿Estoy borracho?
Quizás emparcho
Con la cerveza
Penas de antaño
¿Seré un tacaño?
Que en vez de vino
Whisky, ginebra
U otras rarezas
Elige un trago
De esa cerveza
Que con certeza
Va a hacerme daño.

Me dará sueño
Porque me empeño
En beber temprano
Tengo resaca.
No se me pasa
Por más que trato
Y es que barato
Compro las latas.
Soy una rata
Que espera poco
Y se siente roto
Cada mañana.

Por la ventana
Noto que emana
Desde la calle
Gente apurada
Gente cansada
Gente confusa
Triste, difusa
Gente parada.
Gente sentada
Gente con miedo
Puedo o no puedo
Gente tocada.

Gente marcada
Con la palabra
Gana dinero
Casi tatuada.
Desconectada
De lo importante.
Desconcertante
Como sabiendo
No saber nada
De lo que piensa
De su conciencia
Desmenuzada.

No digo nada
Nada de nada
Busco otra lata
Y escribo versos
En los desiertos
De mi cabeza
Que ya está vieja
Tiene pereza
Busca lo cierto
Pero no encuentra
Tras de las puertas
Alguien despierto.

Soy un experto
Casi estoy muerto
Solo por dentro
Y aunque me duele
Y aunque recele
Mis facultades
Intelectuales
¡Calamidades!
Soy un pelele
Que pierde tiempo
Y está contento
Mirando tele.

Que pierde tiempo
Y está contento
Mirando tele.

Que pierde tiempo
Y está contento
Por más que duele.

Cruz J. Saubidet®

junio 03, 2008

Cuando la mente es un papel blanco (diálogos conmigo mismo)

Cuando la mente es un papel blanco, los pensamientos coherentes se posan en los bordes y no se animan a alojarse sobre él.

Solo se asientan pequeñeces sin sentido y una cantidad de recuerdos que de imperceptibles nomás, suelen aparecer y retirarse si dejar resquicios de que allí estuvieron.

Son recuerdos que algo los trae, algo que no sé que es. No son olores, esos son otros recuerdos, creo que los acerca la distancia en tiempo y espacio.

Es una lástima que el cerebro no cuente con coordenadas cartesianas y de esa manera pidiésemos buscar en el punto (4, -3) las personas que queríamos en junio del 94 y en el (6, - 9) nuestras simpatías del segundo año de agronomía.

Es inútil buscar los recuerdos siguiendo un orden estructural; ellos están, todos, pero el disparador para traerlos no suele estar en nuestras manos.

Me dirán que existe la hipnosis o los psicólogos y yo contestaré: que me importa.

-¡Saubidet! Tanto tiempo que no nos veíamos, así y todo, compruebo con tristeza que sus pensamientos siguen obsoletos.

-Para usted, yo creo que todo lleva a algún lugar.

-Esto podría ir a la papelera de reciclaje.

-No sea agresivo, ¿Qué necesidad de plantearme cosas interesantes si no puedo con mi cabeza?

-Al menos debería tratar, mire que hay temas de sobra como para ponerse a pensar en papeles en blanco llenos de recuerdos.
-Es cierto, pero esos recuerdos pueden llenar algunos agujeros del alma que no lograría llenar con otra cosa.
-No coincido, creo que el problema es su cabeza ociosa, ¡mire que hay temas de todos los colores!

-También es posible que necesite una guía, a veces el azar no ayuda.

-Le doy una mano: Hábleme de la crisis del campo en Argentina.

-Ya escribí sobre eso por ahí abajo, sabe que estuve leyendo un libro de Eloy Martínez que se llama el “cantor de tango”. Más allá de la historia, me sirvió para traer a mi memoria la crisis argentina del 2001/2002. Me llenó de tristeza, porque toda esa gente llena de emoción por aquellos días, dejaron que la historia los pasara por encima, incluso votaron a una señora que no les propuso nada en la campaña.

-No me amargue a mí también, ¿Qué me dice del precio del petróleo?

-Sin lugar a dudas, EEUU está tramando algo, es una locura demasiado bien pensada. ¿Cómo le echan la culpa a Arabia o a los países de ka OPEP si casi todas las petroleras son yanquis? ¿Que están urdiendo? 4,25 el galón de nafta es una locura, le quitan a uno las ganas viajar.

- Las primarias demócratas están llegando a su fin.

-Otro tema extraño, más que una interna es un experimento sociológico sobre la tolerancia norteamericana. Hombre negro – mujer blanca. Se ve que ninguna de las dos opciones cuadra mucho. Personalmente, Hillary no me caía del todo mal, pero la campaña fue tan repugnante que no puedo verla ni en fotos. Obama quien sabe, signifique algún cambio, doña Clinton está contaminada en un 100%.

-Vio, encaminando las ideas puede pensar con claridad.

-No se confunda, nada de lo que dije está meditado, usted me apuró y yo dije, pero nada está elaborado.

-Así debe ser, Saubidet, ahora me voy y lo dejo tratando de llenar su hoja en blanco de recuerdos que de nada le servirán.

-Siempre tan amable usted, le agradezco por sacarme unos minutos de mi encierro.

Cruz J. Saubidet®