octubre 21, 2008

Disertación sobre el odio o el amor (Diálogos conmigo mismo)

- El odio y el amor son muy parecidos, al menos requieren más o menos la misma energía.

- Puede ser, pero el odio tiende a destruir, el amor a construir.

- Sí, a construir, pero destruyendo las estructuras de la vida, destruyendo las propias individualidades, dando por muerta a la soledad. No sé, la verdad, cual de los dos es más sano.

- Seguís siendo un extremista, no es para tanto, el amor es BONITO, el odio es FEO.

- Eso ya lo sé, pero, (y me voy a ir por las ramas) el odio se desata contra alguien, y tiende a liberarnos de esa opresión interna. El amor en cambio, no nos libera, la independencia que se vislumbra es la separación, y esta es dolorosa, al revés del desahogo que nos da el odio.

- Puede ser que como teoría suene bonita, pero considero al odio dañino.

- Sí, pero el odio puede descargarse en furia, en venganza, en asesinato o lo que sea. El amor a una mujer, se descarga en orgasmos y después, todo son palabras.

- ¿Qué?

- Que una buena venganza, una pelea, se guarda en la memoria mejor que un buen amor.

- ¿Te parece?

- No sé, medito en voz alta. A ver si encasillo un poco. En lo que a mí respecta, mis momentos de furia los tengo guardados como sensaciones, en cambio, los amores, solo son historias.

- Seguís siendo contradictorio. El amor se guarda también como sensaciones agradables, como momentos maravillosos.

- Como quieras, pero, a diferencia del odio descargado, si uno ya no está enamorado de la persona a la que recuerda, la sensación deja de existir.

- Yo guardo mis amores de una manera linda, como lo que fueron.

- ¿Y los odios?

- Prefiero pasarlos al olvido.

- ¿No te los acordás?

- Mucho menos que los amores.

- Vos, debés ser mejor persona que yo.

- Nunca estuvo eso en duda, yo siempre fui el más bueno.

Cruz J. Saubidet®