mayo 13, 2006

Vino por un amor, y se quedó por otro. Parte II-última

El edificio era viejo, subieron tres pisos por escalera y entraron, silenciosos, a un pequeño apartamento. Solo tendrían poder sobre el dormitorio, el resto de los ambientes estaban bajo el dominio de un matrimonio mexicano con dos niños de corta edad. Un nudo en la garganta de Guadalupe le sujetaba el llanto, la desilusión era muy grande, Ramón no había dicho nada de esto en las charlas y las cartas. Su novio le explicó que había poco trabajo, pero en cuanto repuntara, rentarían algo solos. De esa manera desapareció el fugaz re-enamoramiento de Guadalupe, el novio le había mentido o al menos había exagerado sobre las bondades de su nueva vida. Decidió dormir un rato para calmarse. Cuando despertó Ramón no estaba y gritos de niños inundaban la casa. En cuanto salió del cuarto se topó con su tocaya y dueña de casa, se saludaron cordialmente. Era una señora simpática, un poco gorda y gritona, pero muy amable. El marido y Ramón trabajaban juntos aunque no sabía claramente en que.Durante el día acompañó a su tocaya en todas sus salidas y recorrió el barrio. Notó que solo se hablaba en español y parecía una sucursal de México, aunque sin identidad. También había gente de otros puntos de Latinoamérica....Leer completo
Cruz J. Saubidet®
Publicado en El Nuevo Cojo®




3 comentarios:

†† VAMPIRE LESTAT †† dijo...

EXCELENTE, MUY BUENO POR CIERTO, ESCRIBES MUY PADRE ....SALUDOS

Anita dijo...

Que bueno!! me gustó, sobretodo que salió adelante a punta de trabajo y esfuerzo, esa es una gran realidad.
Aunque te regalen un castillo, si no eres esforzado y trabajador, lo perderás.
Un abrazo grande.

Don Mike dijo...

bien sr....excelente historia...saludos