marzo 08, 2018

Un dolorcito menor


Se apartó un poco y se puso la camiseta. La abracé y se resistió. Noté que lloraba, supuse que no era de dolor. -¿Qué te pasa?- Seguía llorando.
Mi inexperiencia me hacía creer que le había hecho algo malo. La concepción machista nos ha convencido que las mujeres sufren más por amor que los hombres, ¡no es verdad!, Los hombres estamos obligados a no sufrir en esos casos, lo que es un doble trabajo ya que a pesar del dolor, tenemos que aparentar indiferencia. Esto hace más largas las agonías.
-Yo no quería que esto pasara. ¿Qué hicimos?
No hacía falta respuesta, el proceso químico de la atracción sexual había explotado en su caso y mi amor desmesurado sólo se había dejado llevar. En ningún momento me pareció que no quisiera.
-¡Qué vergüenza!
-¿Por qué?
-No sé, ¡ah qué vergüenza!, vamos, me siento muy rara.
-Yo estoy muy contento. Sin duda lo estaba, durante meses había soñado ese momento, no de esa forma, daba igual, la chica que amaba al fin había caído a mis brazos. Que inocente era, en realidad, estaba a punto de perder lo poco que tenía.
Traté de abrazarla mientras volvíamos. –Mejor no- me dijo. Y no me habló nunca más.

Cruz J. Saubidet®

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