julio 02, 2008

Termino, luego empiezo

A veces, es bueno temer los desenlaces porque de ellos dependerán los futuros comienzos.
Terminar algo significa mucho más que dar por concluido un asunto, implica casi siempre un nuevo comienzo cargado de adrenalina e indefiniciones.
Es como el cuento del huevo y la gallina, nunca sabremos si la intención primera fue empezar algo o terminarlo. Me dirán que para terminar algo hay que empezarlo, es verdad, aunque también podemos terminar cosas que ya fueron empezadas. Asimismo es cierto que comenzamos muchas cosas que nunca terminamos y eso nos transforma en mediocres, pero a no preocuparse, desde la mediocridad suelen surgir algunas cosas interesantes.
El problema de dejar proyectos inconclusos es que debemos encontrar de forma no natural la energía necesaria para un nuevo propósito. Porque la fuerza de lo nuevo está en su esplendor en lo finalizado anteriormente.
Mantener el orden en el hogar suele ser un ejemplo práctico. Nuestro plan es tender las camas, lavar y secar los platos y limpiar el inodoro todos los días. Por un tiempo venimos bien y hacemos la tarea con decisión; pero un día no la hacemos por cualquier motivo, a partir de ese día, retomar el hábito nos dará mucho trabajo, porque nos faltará la energía que nos brinda el trabajo terminado el día anterior.
El trabajo periodístico me ha deparado una suerte parecida, mientras las notas que hacía llegaban a buen fin, encontraba de ellas el impulso para la siguiente, mas un día me trabé con una y no pude terminarla, a partir de allí me ha costado muchísimo encontrar nuevas ideas de las cuales investigar y contar algo, estoy luchando con eso, pero para seguir haciendo reportajes debo sacar energía de donde no la tengo.
Terminar cualquier cosa significa casi siempre una sensación agradable. Si lo que hacíamos nos gustaba, a pesar de la nostalgia, sentiremos que hicimos algo bueno; y si era desagradable, el placer radicará en el alivio de no tener que hacerlo más.
Creo que en la política pasa lo mismo, pero en este caso es un efecto contraproducente. La política es un lugar en donde las personas “luchan” por ser los hacedores de los cambios positivos para la población. Los políticos necesitan tener en su CV una cantidad de acciones concluidas para aspirar a nuevos cargos, y eso es un gran error.
Los políticos deberían diferenciar correctamente que las obras que propician no les pertenecen, ni ellos las harán. Será un trabajo del sistema. Y será el sistema político (y no ellos) el que se fortalezca con cada obra terminada.
Los políticos tendrían que considerar a sus proyectos como obras terminadas y no a las obras propiamente dichas, ellas ya no les pertenecen, son de la gente. Cuando el político quiere inaugurar para sentir “propia” la obra, se genera un gran problema. Las obras propuestas, serán a corto plazo o mal hechas y sobre todo estarán cargadas de egoísmo.
La política como sistema de gobierno, en cambio, se verá fortalecida con cada proyecto concluido y estará preparada y enérgica para nuevos desafíos.
Tal vez debería prohibírseles a los políticos inaugurar y de esa manera mataríamos dos pájaros de un tiro: Las obras serían realizadas sin ansiedad ni egoísmo; y los políticos contarían con mejor energía para presentar proyectos que valgan la pena.
Pero es, al igual que limpiar el inodoro a diario, otra utopía.

Cruz J. Saubidet®


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Red Ciudadana

Lo que comenzó como un impulso individual, se está convirtiendo en una plaza de encuentro para la discusión y el debate. Generación Y ha logrado involucrar a un montón de personas en todas partes del mundo que me ayudan con la actualización, las traducciones y la difusión de los textos. La colaboración principal ha sido para colgar los posts, pues desde la última semana de marzo no he podido acceder al sitio en los cibercafé públicos ni en los hoteles. De manera que envío mis textos por email, algunos amigos los publican y me mandan -también por correo electrónico- los comentarios que dejan los lectores. Soy una blogger a ciegas, una cibernauta con una balsa que hace aguas y que logra flotar gracias al apoyo de una espontánea red ciudadana.

Todo el portal http://www.desdecuba.com sigue bloqueado en los servidores de locales públicos. He ido haciendo una copia de los mensajes de error que muestran los navegadores cuando intento acceder y aquí les dejo una muestra. También sé que el apagón no es total. Amigos que tienen internet en sus centros de trabajo pueden visitar el sitio, pero eso me sirve de poco, pues a esos lugares soy yo la que no puedo entrar.

No obstante, tengo los mismos deseos de escribir en esta bitácora que cuando empecé. Ahora con más testarudez, pues no hay nada que me resulte más atractivo que aquello que se me impide hacer. Para saltar las dificultades de la conectividad y llegar a los lectores dentro de la Isla, otros amigos han creado un minidisk con el contenido del Blog, que distribuyen gratuitamente. A todos quiero agradecerles el apoyo, los remos y el viento que me permite mantener el rumbo.

Escrito por:
Yoani Sanchez, Blogg Generacion Y, 1 Julio 2008
Blogera cubana perseguida por la dictadura cubana

Exigimos
Libertad de expresiòn en Cuba
Libre y total acceso a Internet para el pueblo cubano
Cese a la represiòn y persecuciòn polìtica
Libertad a los presos politicos, a los periodistas encarcelados

¡Viva Cuba Libre!

Anónimo dijo...

hola muy bueno lo tuyo, me gustaria que nos enlacemos.
http://historiando.fullblog.com.ar
adrianfabio@hotmail.com
saludos