febrero 09, 2007

La música calma las fieras (solo a veces)


Cada vez que recorro el camino desde el enojo a la calma, me pregunto si mi cerebro tiene una válvula que permite despejar la cabeza cuando está colmada de ira. En general me enojo poco a poco, despacito y sin darme cuenta al principio aunque después la misma irritación se auto potencia y me cambia la cara, el humor y el ánimo.

No me gusta estar enojado, y menos aun soporto el silencio de la persona con la cual me enojo, la falta de palabras en esos casos me provoca la sensación de desinterés hacia mí disgusto, y este sigue creciendo.

Muchas veces me enojo estando solo. No me sirve de catarsis pegarle a las paredes, gritar, bailar ni llorar. Me calma un poco la música, escucharla o tocarla, pero invariablemente obedeciendo al deseo del tipo de música que mí enojo necesita. No siempre doy en el blanco, a veces mi alteración me pide escuchar el CD “Utopía” de Serrat y yo pongo en su lugar “Animals” de Pink Floyd, entonces mi cabeza tiende a explotar y la ira sigue acumulándose generándome un estado mental catastrófico. En esos casos sé que no debo traspasar la puerta de mi casa, una mirada en el ascensor puede provocar que de mi boca salgan palabras inapropiadas y generar momentos innecesarios de violencia.

Muchas veces no tengo idea que fue lo que provocó la cólera, pero con el tiempo puedo detectar el motivo en relación a la música que utilizo para despejarla.

  • Cuando la cabeza me pide con urgencia a Norah Jones, sin duda se trata de una pelea o mala actitud con mi esposa.
  • Si mi necesidad me lleva por los carriles de autores como Joaquín Sabina, Silvio Rodríguez, Jorge Drexler, Serrat, Caetano Veloso, Jaime Ross o Atahualpa Yupanqui; no hay dudas que mi dificultad proviene de las letras y hay algo que no me gusta en mis escritos.
  • En el caso de que fuera mi hija la causante de mi ataque, con celeridad debo escuchar Shakira, Bersuit Vergarabat, Los auténticos decadentes o un compilado de música clásica.
  • El enojo por ansiedad, solo lo calmo con Zitarrosa, José Larralde, Eduardo Falú, Sting o La oreja de van gogh.
  • Ante el disgusto con un amigo si o si debo escuchar Charly García o Fito Páez.
  • Los problemas financieros debo repararlos con Pink Floyd, solo funciona con ese tipo de enojos, en el resto es contraproducente.
  • Mis iras de tráfico atascado se calman con Javier Calamaro, Rubén Rada o U2.
  • A veces la melancolía y el enojo se fusionan en sensaciones indefinidas, en esos casos nada mejor que Ana Belén, Los Piojos, Kevin Johansen o Paco de Lucía.

A la vez hay músicos que solo sirven para cuando uno está de muy buen humor y escucharlos en otra situación suelen ser nocivos para con el estado anímico.

  • Maná, Baglietto, Cramberries, Julio Iglesias, Nirvana y los Pericos deben ser escuchados con cuidado porque son capaces de transformar una pavada en un enojo de los grandes.
  • El regaetón y la bachata, sin importar el momento, me ponen de mal humor.
  • La salsa, cuando uno está cansado, provoca malestar de cabeza y cuello.
  • Leon Gieco, Los redonditos de Ricota, Divididos, Los Beatles, Sumo, Virus, Santana, UB40, Guns&Roses, Aerosmith y The Cure en sí no me hacen mal, solo cuando me pongo a pensar por que razón alguna vez me gustaron tanto.

La música ayuda a calmar la fiera que llevo dentro, crear esta lista me ha llevado años y nunca se completará, como tampoco se completarán los motivos que generan mis enojos.

Escuchando Sabina, con un cigarrillo en la boca y el mate medio lavado, soy conciente de la pobreza de este escrito. Queselevacer!!

Cruz J. Saubidet®

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5 comentarios:

Joan Guerrero dijo...

Que conste Saubidet... tienes un repertorio, gigante... para cualquier emoción que tengas.

Yo soy más monótono... me conformo con cualquier música que llegue. La emoción hará lo suyo.

Saludos!

Unknown dijo...

jejeje, cuando estoy trsite, pongo algo de musica para que me suba el animo, como "this charming man" te he descubierto via el malvado ventrilocuo..te invito a mi blog, pasate cuando quieras. un saludo!

alberdigital dijo...

Es extraño lo de la música, es imprevisible cual te calmará y cual te enfadará, a menos que te conozcas muy bien. La cantante favorita de mi padre era Enya. Un día, él y yo nos quedamos atrapados en un atasco de tráfico, lo cual nos hizo perder un importante tren. Se me ocurrió poner un CD de Enya para tranquilizar los ánimos... empezó a gritar como un desesperado, se le hincharon las venas de la frente y me llamó de todo. Creo que me habría cortado la cabeza si hubiera tardado un segundo más en parar la música.

Unknown dijo...

No probastes poner musica metalica a todo vapor? Si vivis en un departamento a los 5 minutos tus vecinos te golpearan la puerta, le abris y el solo hecho de verles las caras de enojados ya te hace pasar tu propia furia :). Eso funciona como sacarte el dolor de muelas o la culebrilla pasandote un sapo por los lugares afectados :), dicen que los dolores se le pasan al sapo. Pues a muchos les funciona pasarle su mal humor al otro :)

Silvina dijo...

que loco Cruz jaja, la musicoterapia te vendría al dedo!!, pasé para desearte un feliz día de San Valentín, fecha que puede ser la perfecta excusa para bonitos momentos junto a todos los seres queridos, . Un abrazo.