noviembre 29, 2005

SERE YO?


¿Seré yo?
Casi siempre supuse que podría llegar a ser el único culpable. Casi siempre dudé de esa posibilidad y traté de buscar interpretaciones diversas del por qué de la situación.
¿Cuál es la situación? La de siempre. Sentirme descalzado.
No se trata de ausencia de zapatos ni de pies desnudos sobre pisos fríos, aunque es algo parecido. Solo hay que cambiar el significado de los pies y de los zapatos para interpretar mi problemática.
Los pies corresponden a mi personalidad, a mi yo, a mis virtudes y defectos, a CJS ahora en NYC pero eso no cambia las cosas. Los pies en este caso soportan la carga de mis angustias y mis soledades.
Los zapatos vendrían a ser aquellos elementos que apalean las angustias y las soledades, llamémosle personas a las cuales brindarles cariño, respeto, oreja, etc. y de algún modo sentirse retribuido. No es que les quiera cobrar por los servicios prestados, pero es conveniente que se genere un sentimiento de reciprocidad. Hoy leía a Galeano, el cuentito se trataba de dos amigos que se reencontraban después de muchos años y descubrían que vivían cerca el uno del otro. Pasaban la tardecita conversando y a la hora de volver a sus hogares el primero acompañaba hasta la casa al segundo, pero cuando llegaban, el segundo decidió acompañar al primero y sucedía lo mismo cuando llegaban a cada casa. Los amigos pasaban toda la noche conversando y acompañándose.
Eso se llama amistad. Eso es lo que extraño tanto, aunque creo suponer que el estado puro de ella se perdió en los años de colegio y de amigos para todo.
Amistad es una sensación que se siente en el cuerpo al momento que florece una comodidad superior con otra persona. Es cierto que en la distancia se engrandece, pero no por nada los amigos son una parte imprescindible para los que alguna vez los tuvimos.
El problema es que algo raro me pasó, algo que cerró algunas puertas e hizo que muchas otras se atrancaran. Me volví desconfiado. Me transformé en un calculador de las relaciones. Fue malo eso. Es feo eso. No sé bien cuando sucedió, pero pasó un día.
Supongo que me auto convencí de que en muchas de mis relaciones yo ponía más que el otro. Y me puse a esperar respuestas que nunca llegaron de la forma “esperada” y fueron convirtiendo esos proyectos de amistad en una nada. Y pasaron los años, no perdí amigos pero no incorporé, me mantuve con los que tenía, el problema es que la distancia separa y mi alma nómada me llevó de recorrida.
Solo en mis viajes no esperaba respuesta de mis amistades de camino, de ellos solo quería el momento de charla, de borrachera o de fiesta que nunca se negaba.
Cuando me casé, no pasó un solo año nuevo en el que no me propusiera revertir la situación. Algunos avances hice, logré encariñarme bastante con dos personas y a ellos les sucedió lo mismo conmigo. Así lo sentí y lo siento.
Nueva York me dio la oportunidad de empezar de cero, de conocer mucha gente y de tratar de forjar nuevas amistades. Poco a poco me voy encaminando, me cuesta mucho más que a la gente normal a pesar que he ladeado un poco el velo de los cálculos. Tengo esperanzas, no es tanto lo que pretendo, con un veinte porciento de esa sensación corporal que recuerdo de años pasados va a ser suficiente. Me parece que con algunas personas empecé a sentirla, aunque aún no estoy seguro si fue en su presencia o con el recuerdo del encuentro.
La pura verdad es que el jodido soy yo, ¡¡por que darle tantas vueltas!!
Para colmo de males renunció Lavagna al ministerio de economía de Argentina y pusieron a una mina que trabajó en el banco provincia de Buenos Aires y en el Nación. ¡Nilda Garré ministra de defensa!,
¿Los Fernández siguen junto a Mr. K?
Nestor, te tenía fe y algo aun me queda, pero ¡sacate pronto de encima toda la basura política que te rodea y ponete a laburar!
Humildad necesitás Néstor, humildad para aguantarte algunas críticas. No sos perfecto, has hecho cosas bien, pero te falta mucho para salir en los libros y ojo, en algunos libros es mejor no salir. Te fui a ver en Nueva York y te creí bastante, no me defraudes, te consideré mi amigo cuando nos abrazamos. Néstor querido, tenés que ser presidente, no Karadagián, para pelearla estamos todos nosotros que hace rato que venimos remando.
Otra cosa, no seas abusador y devolvele el diputado a Macri, ¿Mirá si se trae uno de Uruguay?
¿Los Fernández siguen junto a Mr. K?

Esto intentó ser un ensayo sobre la amistad, al igual que esta, muchas veces las intenciones se desvirtúan.

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